El presidente electo dijo que los tres objetivos de su gobierno serán pobreza cero, combate al narcotráfico y unir a los argentinos. Modificó la fórmula de jura para prometer cumplir el cargo con lealtad y «honestidad».
El presidente Mauricio Macri prometió este mediodía «trabajar incansablemente» para que dentro de cuatro años «todos los argentinos, especialmente aquellos que más nos necesitan, estén viviendo mejor» y reiteró que los tres objetivos de su gobierno serán a los que se comprometió en su campaña electoral: pobreza cero, combate al narcotráfico y unir a los argentinos.
«Hoy se está cumpliendo un sueño; esto que parecía tan difícil se hizo realidad: más que nunca tenemos que ser optimistas respecto de nuestra esperanza y nuestro futuro», expresó en su primer discurso ante la Asamblea Legislativa, tras jurar «por Dios nuestro señor y ante estos Santos Evangelios, desempeñar con lealtad y honestidad el cargo de presidente de la Nación».
«El gobierno no es el escenario para engañar a la gente con datos falsos», dijo y propuso que el «lugar de encuentro sea la verdad» con el fin de «reconocer los problemas para que juntos encontremos las soluciones».
“La política no es una competencia entre dirigentes para ver quién tiene el ego más grande. Quiero decirles que voy a seguir siendo el mismo, aquel que los escuche, que les hable sencillo, con la verdad», añadió.
Macri aseguró que su gobierno «va a combatir la corrupción» y que no habrá «tolerancia» con «esa práctica abusiva».
«Este Gobierno va a combatir la corrupción. Los bienes públicos pertenecen al conjunto de los ciudadanos, y es inaceptable que un funcionario se apropie de ellos en beneficio propio. Voy a ser implacable con todos aquellos que de cualquier partido de filiación político dejen de cumplir lo que señala la ley. No habrá tolerancia con esa práctica abusiva», afirmó.
Macri afirmó además que «no hay principio ideológico que pueda justificar» la corrupción, e insistió con que «los bienes de la Argentina son para todos los argentinos y no para el uso incorrecto de los funcionarios».
El presidente prometió más adelante «universalizar la protección social» y «urbanizar las villas para transformar para siempre la vida de miles de familias». «Vamos a universalizar la protección social, para que ningún chico quede desprotegido. Vamos a trabajar para que todos puedan tener un techo con agua corriente y cloacas, y vamos a urbanizar las villas para transformar para siempre la vida de miles de familias», afirmó.
Ante la Asamblea Legislativa convocó a que haya un país «unido en la diversidad» con «el aporte de todos, desde el que se sienta de derecha, de izquierda, los peronistas y los antiperonistas, los jóvenes y los mayores».
Macri destacó que ésta «diversidad nos enriquece y nos hace mejores», y añadió que «las cosas se hacen bien cuando se arman equipos» para darle «solución a los problemas de la gente»y justificó su postura al señalar que este es «un país con enormes diversidades y en cada provincia se ven diferentes realidades».
El flamante presidente aseguró que su gobierno aspira a «un nacionalismo más sano» y sin «rencor» ni «la demonización del otro.”
«Aspiramos a un nacionalismo más sano que no se logra partiendo del rencor, la lucha permanente o la demonización del otro», aseguró. «La patria es más que sus símbolos, somos las personas que vivimos en ella», enfatizó.
Respecto al narcotráfico, una de las principales preocupaciones de la sociedad, Macri, se comprometió a trabajar desde el Ejecutivo nacional para «combatir el narcotráfico como ningún otro gobierno lo hizo antes».
Tras asegurar que en el país «hay una pobreza inaceptable», el jefe de Estado aseguró que «hay miles de personas a lo ancho y largo» de la Argentina que le «transmitieron una profunda preocupación» por el consumo y el comercio de drogas.
«Hay jóvenes que matan y mueren sin saber por qué, actuando bajo los efectos del ‘paco’ y la droga. Vamos a encarar este tema de frente, para devolver tranquilidad en todo el país», manifestó, en el marco del discurso que pronunciaba este mediodía ante la Asamblea Legislativa.
El flamante presidente instó hoy a la unidad nacional para que la Argentina «avance» y destacó que si bien «hay gente que piensa distinto», el país «no está dividido».
«Es momento de que todos debemos unirnos y mejorar para que nuestro país avance», aseveró el Jefe de Estado, quien admitió que será un «desafío» luego de «tantos años» de «prepotencia y enfrentamientos inútiles», en alusión a la gestión.
«El país tiene gente que piensa distinto, pero no está dividido», advirtió.
Más adelante criticó los «fanatismos» que «a veces arrastraron hacia la violencia y hacia la falta de amor», y anunció que durante su gestión «se viene el tiempo nuevo del diálogo y del respeto».
«La confrontación nos ha llevado por caminos errados; somos pasionales y es bueno serlo, pero a veces crean conflictos innecesarios; como los fanatismos, que tantas veces nos arrastraron a la violencia y a la falta de amor», enunció el jefe de Estado.
Macri expuso su objetivo de «unir a los argentinos, poner los puntos en común por encima de nuestras diferencias» ya que ello «es la clave de la construcción de la Argentina del siglo 21».