Los hechos ocurrieron en el lapso de dos semanas. En ambos casos la hipótesis principal es que los agresores conocían a las víctimas.
La ciudad de Laguna Paiva se vio sacudida y conmocionada en las últimas semanas a raíz de dos brutales crímenes. En ambos casos las víctimas fueron personas mayores, las cuales fueron maniatadas y golpeadas antes de ser asesinadas.
Se trató de los crímenes de José Luis Bournissent, de 70 años, y de Herminda Sosa, de 85. Las investigaciones apuntan a que las víctimas conocían a sus agresores, ya que las puertas de ingreso a sus hogares no estaban forzadas. Además, en el caso de Herminda Sosa, los victimarios prendieron fuego su casa, de acuerdo a lo informado por Diario Uno
«La ciudad está consternada. Lo vivimos con tristeza, con preocupación. Estamos todos muy tristes por lo que está pasando. La policía y los fiscales tienen que avanzar con la investigación», dijo el intendente Elvio Cotterli a UNO Santa Fe.
«Eran dos personas mayores que eran buenos vecinos. Estamos atravesando una desidia como país y como sociedad; y lo que ocurre en Rosario y Santa Fe es un caldo de cultivo. Cuando empieza la violencia en estos puntos se replica en otros lugares», lamentó el mandatario.
Hace una semana
El 18 de agosto, hallaron el cuerpo de José Luis Bournissent, de 70 años. Estaba maniatado y la casa revuelta; un escenario que revelaría un homicidio en ocasión de robo.
Las puertas no estaban forzadas, por lo que se presume que los asesinos conocían a la víctima, por eso pudieron entrar a su casa.
La necropsia reveló que fue asesinado con un disparo de arma de fuego. Además, los profesionales constataron golpes en la cabeza y en otras zonas vitales que pudieron ser causadas en la víctima como consecuencias de torturas previas a la bestial consumación del asesinato.
En la madrugada del sábado
El otro caso que sacudió a la ciudad de Laguna Paiva ocurrió en la madrugada de este sábado 26 de agosto, cuando se produjo un voraz incendio en la vivienda de Herminda Sosa, de 85 años.
La anciana fue encontrada, al igual que Bournissent, amordaza y maniatada en sus muñecas. También presentaba heridas visibles por golpes en la cabeza y en el rostro. Por el estado del lugar no pudo constatarse la faltante de elementos.
La hipótesis policial estima que la víctima podría conocer a sus asesinos, motivo por el cual incendiaron la vivienda.