El papa Francisco llegó esta mañana temprano a la ciudad de Holguín en el extremo oriental de Cuba, donde celebró la segunda misa masiva de su visita apostólica a la Isla, en la Plaza de la Revolución. Holguín, -la tercera mayor ciudad de Cuba y que nunca tuvo la visita de un Papa- recibió al Pontífice con gran entusiasmo.
En el altar ubicado en la Plaza de la Revolución ‘Calixto García Iñíguez’, el Papa recordó que en la fiesta del apóstol y evangelista san Mateo “celebramos la historia de una conversión”.
“Jesús lo miró. Qué fuerza de amor tuvo la mirada de Jesús para movilizar a Mateo como lo hizo” dijo Francisco en su homilía, “lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esta mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida”, y como “también a cada uno de nosotros”.
Y recordó que Mateo “esperaba sentado para recaudar, para sacarle a otros, ahora con Jesús tiene que levantarse para dar, para entregar, para entregarse a los demás”. Y así “nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos”.
A continuación, el Santo Padre se refirió al esfuerzo que la Iglesia realiza en Cuba, “para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo». Y añadió que una mención especial «merecen las llamadas “casas de misión” que, ante la escasez de templos y de sacerdotes, permiten a tantas personas poder tener un espacio de oración, de escucha de la Palabra, de catequesis y vida de comunidad”.
Así precisó que las casas de misión “son pequeños signos de la presencia de Dios en nuestros barrios”. El Papa concluyó la misa dirigiéndose» «a la Virgen María, Virgen de la Caridad del Cobre, a quien Cuba acogió en sus brazos y le abrió sus puertas para siempre”, y le pidió “que mantenga sobre todos y cada uno de los hijos de esta noble nación su mirada maternal y que esos «sus ojos misericordiosos» estén siempre atentos a cada uno de ustedes, sus hogares, familias, a las personas que puedan estar sintiendo que para ellos no hay lugar”