Desde este jueves 17 se juzga a Villarroel, junto a su esposa y tres laderos. Manejó la droga en el barrio durante 8 años. Ramificó su territorio y se ligó a sectores de la policía. Reflotó a un club y llevó la señal de cable barata a los 17 mil habitantes del distrito costero.
Desde este jueves 17 será juzgado Sergio Norberto «Zurdo» Villarroel, uno de los narcos más referenciados de los últimos años en la ciudad, y sobre todo en Alto Verde. Sin embargo, sus contactos con la policía y fuerzas federales le permitieron desarrollar el negocio, expandirse e enriquecerse de manera notable.
Después de dos años de pesquisas, que estuvieron a cargo de la Gendarmería, luego de Prefectura y finalmente la Sección Inteligencia de Drogas de la policía provincial. Finalmente, en diciembre de 2016 fue detenido en su casa de la manzana 1 de Alto Verde.
La justicia federal también lo investigó -y luego procesó- a Villarroel por lavado de dinero, ya que no pudo demostrar cómo adquirió bienes por 10 millones de pesos en poco tiempo.
El «Zurdo» tenía contactos en distintos países, ya que compraba drogas en Bolivia y Paraguay y se relacionaba con un tal Jairo Velásquez, oriundo de Colombia y que sería el jefe de los sicarios de Pablo Escobar Gaviria durante los años de «plata o plomo» en el país cafetero.