Después de tres horas y media de reunión en el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, en secreto y sin versión taquigráfica, Pullaro resumió el diálogo como «productivo».
El pedido de explicaciones a los ministros Maximiliano Pullaro y Ricardo Silbestein por el hartazgo ante la escalada de crímenes en Rosario quedó ayer entre cuatro paredes de la Legislatura. Después de tres horas y media de reunión en el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Bonfatti, en secreto y sin versión taquigráfica, Pullaro resumió el diálogo como «productivo». «Todos los poderes del Estado debemos trabajar juntos en el principal tema de la agenda de los santafesinos que es la inseguridad. Me voy contento. Sentí que fue una reunión de trabajo muy provechosa», dijo. Antes, los corrillos legislativos habían marcado el contraste entre la visión oficial y la crítica opositora. Pero Pullaro evitó la polémica y anunció que trabaja a destajo para la vuelta de las fuerzas federales a la provincia, que «estarán al mando de un Comando Operativo Conjunto» con la Policía de Santa Fe.
Los dos ministros fueron puntuales. A las tres de la tarde, ya estaban sentados al lado de Bonfatti, frente a los legisladores. La mesa directorio que suele ocupar gran parte del despacho había sido reemplazada por sillas en hilera. Después de la sesión de fotos, se cerraron las puertas.
El blindaje político comenzó a romperse dos horas después cuando el diputado peronista Leandro Busatto cruzó el hall y dijo que los discursos de Pullaro y Silberterin eran «lamentables». Entre otras cosas, criticó la falta de respuesta a la ola de violencia que afecta a Rosario y Santa Fe. Alguien lo escuchó porque al rato apareció en escena el ex vicegobernador Jorge Henn para desmentirlo. «Escuchamos una exposición impecable de los ministros», los elogió.
Pullaro y Silberstein coincidieron con Henn que la reunión «había sido muy positiva». Le preguntaron por el regreso de la Gendarmería a Santa Fe y ahí, el ministro de Seguridad anunció que va a operar junto con la Policía de Santa Fe y al mando de «un Comando Operativo Conjunto». «El trabajo con el gobierno nacional para acordar el arribo de fuerzas federales a la provincia es serio y mancomunado». Y explicó que el plan «no viene de los últimos días o por la movilización de Rosario que fue muy importante, sino de los últimos meses. En este momento, coordinamos de qué manera y sobre qué delitos van a actuar las fuerzas federales, qué territorio van a tomar y en qué tipo de delitos van intervenir. Eso es lo que conversamos con el gobierno nacional».
«Nosotros entendemos que las fuerzas federales tienen que investigar los delitos complejos y el rol de la Policía de Santa Fe debe ser de asistencia. Y también necesitamos el control de los puertos de la provincia, donde tenemos un gran déficit», planteó.
Pullaro dio a entender que ya no tiene discrepancias con su colega de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. «Nosotros no queremos» que la presencia de Gendarmería «sea algo esporádico o discutir cuántos gendarmes van a venir y por cuánto tiempo. Queremos una dotación permanente. Hemos avanzado con nuestra Policía y tendremos que seguir avanzando. Pero las fuerzas federales que vengan lo deben hacer de manera estable, con un rol muy claro» y al mando «de un Comando Operativo Conjunto. Eso es lo que estamos trabajando con el gobierno nacional. No hubo debate, disputa ni negociación, sino un trabajo conjunto que valoro y rescato», reveló.
En el hall, el ministro se enteró del cruce Busatto-Henn, que uno había dicho que su intervención era «lamentable» y el otro la consideró «brillante». «No escuché lo que dijo que el diputado Busatto. Tuvimos una charla con mucho respeto», se sacó el lazo. En realidad, la crítica de Busatto partió de una pregunta que le había hecho -puertas adentro- a Pullaro y Silberstein, a quienes les pidió una valoración de las políticas de sus antecesores, Raúl Lamberto y Juan Lewis. La respuesta era cantada porque ambos la consideraron «positiva». «Pullaro me dijo que la Policía funciona bien, así que no se para qué vinieron. Estoy preocupado al ver tanta necedad para reconocer los problemas. Los llamamos porque las cosas andan mal», dijo el legislador.