El ‘streamer’, que ha conseguido perder 40 kilos en seis meses a base de dieta y ejercicio físico, ha confesado que jamás había priorizado tanto su salud.
Hace casi dos años, publiqué un artículo titulado Ibai: deja ya la comida basura en el que reflexionaba sobre el estilo de vida que se promocionaba en algunos de sus vídeos y la extraordinaria influencia que ejercía sobre niños y adolescentes. Arrancaba expresando mi absoluta admiración por su capacidad de conectar con la gente joven y dejando bien claro que mi texto no se trataba de «un ataque gordofóbico, sino de un llamamiento desesperado a que se cuide y abandone, de una vez, su papel de prescriptor de ‘comida basura'».
Como consecuencia de aquello, tuve que cerrar mis redes sociales ante la bestial avalancha de insultos y amenazas que recibí en apenas unas horas. Entre el popurrí de lindezas que me llamaron -todo el mundo puede imaginar que la más repetida fue esa que se nos ‘arroja’ a las mujeres desde que prácticamente tenemos uso de razón para hacernos daño- estaba, como no, gordofóbica.
Pero, tal y como rebatí en su momento, el tema no iba por ahí. Porque lejos de la búsqueda del ‘clickbait’ y esa gordofobia que Ibai ‘denunció’ en el directo que dedicó al asunto, lo que se buscaba era poner el foco en la obesidad, una pandemia, de origen multifactorial, que padece un 20% de la población mundial y que se cobra la vida de 1,2 millones de europeos cada año, tal y como revela el ‘Informe Regional sobre Obesidad’, presentado en 2022 por Organización Mundial de la Salud.
«Comprendo que las grandes empresas de ‘fast food’, aperitivos, etc. han encontrado un filón en fenómenos mediáticos como Ibai Llanos para hacer llegar sus productos directamente a su ‘target’ y que la pasta que se debe de mover resultará bastante tentadora. También que Ibai, lógicamente, pensará que los que tenemos que preocuparnos de dar de comer sano a nuestros hijos somos los padres, pero… ¿Todo esto no es una gran mierda?», reflexionaba en aquel texto.
Aquella tormenta, como casi todo lo que se cuece en las redes sociales, amainó con la misma rapidez que arreció en sus inicios. Hoy, casi dos años después de aquello, me congratula ver que Ibai, por fin, ha conseguido esa transformación física que, desde este mismo espacio, se le animaba a materializar a base, como él mismo asevera, «de fuerza de voluntad, buena alimentación y moverse. y yo no soy ningún profesional para daros consejos».
Esos 40 kilos que ha conseguido perder en seis meses son una auténtica hazaña a celebrar y una fuente de inspiración de incalculable valor para otras personas que, siempre bajo la supervisión de especialistas, sueñan con seguir sus pasos. «Lo primero que hago cada mañana es salir a caminar media o una hora, lo que me dé tiempo ese día», relata el ‘streamer’ en el vídeo en el que explica la rutina diaria con la que ha conseguido adelgazar.
«Jamás había priorizado tanto mi salud. Jamás me había priorizado tanto a mí mismo. Todo esto me ha cambiado la vida. Hace meses dormía con mascarilla y era incapaz de agacharme sin dolor. Me fijaba en las sillas antes de sentarme por si las iba a romper y tardaba 40 segundos en ponerme el cinturón de seguridad en el coche, porque no era capaz de ponérmelo. Mucha fuerza y ánimo a todos los que buscáis un cambio. Y mucha paciencia. Este cambio es más mental que otra cosa y sé perfectamente lo jodido que es pelear contra la cabeza. Así que no sintáis presión y poco a poco», confiesa Ibai en su cuenta de Instagram. Y, al final, era de eso de lo que se trataba, de priorizar la salud y, ya de paso, de ‘aprovechar’ su predicamento entre los más jóvenes (y entre los que ya no lo son tanto) para divulgar los beneficios de adoptar unos hábitos de vida saludables. ¡Enhorabuena, Ibai!