Sucedió en la madrugada de este miércoles a la vuelta del Ministerio de Seguridad. Dos delincuentes asaltaron a un joven, y dos policías actuaron y se enfrentaron a balazos. La víctima del robo resultó ilesa.
En la madrugada de este miércoles, a las 4.30, un joven de 20 años fue asaltado por dos delincuentes que descendieron de un vehículo gris sobre calle Mendoza casi 9 de Julio, a la vuelta del Ministerio de Seguridad santafesino. La víctima pidió auxilio a los gritos, y dos agentes de la Policía de Acción Táctica, PAC, que estaban uniformados esperando el colectivo, fueron en su ayuda, intimaron a los desconocidos para que se detuvieran pero como respuesta recibieron una andanada de disparos de arma de fuego. Hubo un intenso tiroteo Los policías se tiraron al piso, repelieron la agresión, preservando la vida de la víctima, generándose un intercambio de disparos intenso. El joven de 20 años resultó ileso, pero uno de los balazos perforó la vidriera de una librería, quedando como mudo testigo del suceso. No hubo detenidos Inmediatamente arribaron al lugar los policías de la comisaría 1ª y de la 1ª inspectoría zonal, y posteriormente lo hicieron los agentes de la Policía Científica que ejecutaron los peritajes criminalísticos de rigor y se llevaron una ojiva deformada presumiblemente de calibre 9 milímetros que dejó el tiroteo. No hubo detenidos por el caso, que fue informado al fiscal en turno del Ministerio Público de la Acusación, MPA. En su cuenta de Facebook El joven víctima publicó esta mañana en su cuenta de Facebook y relató el hecho: «Amigos soy una victima más de tantas. Volvía a mi casa, se bajaron 2 locos y 2 locas de un auto gris polarizado, me empezaron a patear, me sacaron toda la ropa hasta dejarme en boxer, y el último golpe lo recibo en la cabeza y allí el caco dispara de frente mar a mi cabeza y gracias a Dios, le erró. Veo como la bala pega en el cordón de enfrente y automáticamente 2 policías, una mujer y un vago (que esperaban el colectivo en la esquina y me salvaron la vida). Entraron a los disparos contra ellos y se arma la balacera. Todo esto fue en Mendoza y 9 de julio (a la vuelta de mi casa) de allí yo solo pude salir corriendo a toda velocidad con un tiroteo y una galopeada que verdaderamente es inexpicable, como el disparo directo a mi cabeza, sin destino. Obvio no tengo más celular, ni DNI, ni tarjeta de débito, ni nada más de lo poco que tenia. ¡Pero aun sigo con vida y ahi vamos»!