El reconocido escritor e historiador israelí reclamó «la dimisión inmediata de Netanyahu» señalando que «Israel está a un paso de la derrota total». «La incursión en Gaza ha socavado la base moral y geopolítica de la existencia misma de Israel»
«El gobierno de Netanyahu ha fracasado, debe asumir la responsabilidad de la catástrofe humanitaria provocada en Gaza por venganza, y dimitir inmediatamente, ya que ha puesto a Israel en peligro existencial». «La incursión en Gaza ha socavado la base moral y geopolítica de la existencia misma de Israel». «Si no cambiamos nuestro comportamiento hacia los palestinos, nuestra arrogancia y venganza nos infligirán una calamidad histórica». Estas son algunas de la afirmaciones que escribió en una larga columna publicada en el diario israelí Haaretz el prestigioso escritor de ese país Yuval Noah Harari, autor del libro «Sapiens, de animales a dioses: breve historia de la humanidad».
«Es Netanyahu el que adoptó la desastrosa agenda que nos trajo hasta aquí, adoptó la política de venganza y suicidio estilo Sansón, por lo que es vital establecer un nuevo gobierno, uno que se guíe por una brújula moral diferente, que ponga fin a la crisis humanitaria en Gaza y comience a reconstruir nuestra posición internacional», aseveró.
«¡Ay de nosotros si a los mismos Sansones se les permite ahora tomar las decisiones estratégicas y políticas más importantes de la historia de Israel!», sostuvo Harari, enfatizando que «si no cambiamos nuestra política hacia los palestinos, nos quedaremos solos frente a Irán, nuestro fin será como el de Sansón, quien en un ataque de ira impotente derribó la casa sobre las cabezas de todos».
«Netanyahu sigue prometiendo a los israelíes una ‘victoria total’, pero la verdad es que estamos a un paso de la ‘derrota total’, estas políticas «han llevado a Israel al borde de la destrucción, y si continúan nos llevarán no solo a nosotros sino a todo Oriente Medio a la perdición».
«En lugar de precipitarnos a una nueva guerra con Irán, primero deberíamos aprender las lecciones de los fracasos de Israel durante los últimos seis meses de guerra», precisó Harari, considerando que «en los próximos días, Israel tendrá que tomar decisiones políticas históricas, que podrían determinar su destino y el de toda la región para las generaciones venideras» y que tales decisiones «no pueden dejarse en manos de Netanyahu y sus socios políticos, ya que han demostrado en repetidas ocasiones que no son aptos para hacerlo».
«Israel infligió un desastre humanitario en Gaza»
«La guerra es un medio militar para lograr objetivos políticos, y para el éxito en la guerra debe verse si se lograron esos objetivos políticos», agregó Harari, apuntando que «tras la horrenda masacre del 7 de octubre, Israel necesitaba liberar a los rehenes y desarmar a Hamás, pero estos no deberían haber sido sus únicos objetivos».
«Es que a la luz de la amenaza existencial que representan para Israel Irán y sus agentes del caos, Israel también necesitaba profundizar su alianza con las democracias occidentales , fortalecer la cooperación con las fuerzas árabes moderadas y trabajar para establecer un orden regional estable», indicó el escritor, puntos que «Netanyahu ignoró y, en cambio, se centró en la venganza».
«Así no ha conseguido la liberación de todos los rehenes, no ha desarmado a Hamás y, peor aún, a infligido intencionalmente un desastre humanitario a los 2,3 millones de palestinos en Gaza, socavando la base moral y geopolítica de la existencia misma de Israel».
«Esa catástrofe humanitaria en Gaza exacerba la crisis regional, además empeora la situación en Cisjordania, y eso debilita nuestras alianzas con las democracias occidentales dificultando que países como Egipto, Jordania y Arabia Saudita cooperen con nosotros», agregó sobre el delicado cuadro actual.
«Ahora la mayoría de los israelíes han centrado su atención en Teherán, pero incluso antes del ataque iraní preferíamos hacer la vista gorda sobre que estaba sucediendo en Gaza y Cisjordania. Sin embargo, si no cambiamos nuestro comportamiento hacia los palestinos, nuestra arrogancia y venganza nos infligirán una calamidad histórica», vaticinó.
«Después de seis meses de guerra, muchos de los rehenes siguen en cautiverio y Hamás sigue en pie, pero la Franja de Gaza está devastada, miles de sus habitantes han sido asesinados y la mayoría de su población son ahora refugiados hambrientos. Junto a ellos, la posición internacional de Israel también está en ruinas, somos odiados y condenados al ostracismo incluso por muchos de nuestros antiguos amigos», precisó el escritor, preguntándose «si estalla una guerra total con Irán y sus aliados, ¿hasta qué punto Israel puede contar con Estados Unidos, las democracias occidentales y los Estados árabes moderados, brindándonos asistencia militar y diplomática vital?».
¿Cuánto tiempo podrá sobrevivir Israel como Estado paria? No tenemos los amplios recursos de Rusia. Ni sus vínculos comerciales, científicos y culturales con el resto del mundo, y sin armas y dinero estadounidenses, el escenario más optimista para Israel es convertirse en la Corea del Norte de Medio Oriente», puntualizó.
«Muchos israelíes niegan lo que está sucediendo»
Según Harari, «demasiados ciudadanos israelíes niegan o reprimen lo que está sucediendo, así como las razones por las que nos encontramos aquí, niegan la gravedad de la crisis humanitaria en Gaza, motivo por el cual no pueden comprender la gravedad de la crisis diplomática que enfrentamos».
«Y si encuentran informes sobre la devastación, la matanza y el hambre en Gaza, afirman que son noticias falsas o encuentran una justificación moral y militar para el comportamiento de Israel».
«Quienes se apresuran a culpar al antisemitismo de todos nuestros problemas deberían recordar las primeras semanas de la guerra, Israel disfrutó de un apoyo internacional sin precedentes: el presidente estadounidense, el presidente francés, la canciller alemana, el primer ministro británico y una larga lista de primeros ministros, ministros de Asuntos Exteriores y otros dignatarios adicionales visitaron Israel y expresaron su apoyo en su lucha para derrotar y desarmar a Hamás. La ayuda internacional llegó tanto en forma de armas como de palabras. Llegaron enormes cantidades de equipo militar, sin ese material, no podríamos haber llevado a cabo la guerra en Gaza y el Líbano, ni prepararnos para conflictos con Irán y sus otros representantes. Mientras tanto, en las aguas del Mar Rojo y el Océano Índico, se reunió una flota internacional para luchar contra los hutíes y mantener abierta la ruta comercial que conduce a Eilat y el Canal de Suez», señala Harari.
«A diferencia de otras guerras, esta vez sus aliados dieron a Israel rienda suelta durante muchos meses para conquistar Gaza, liberar a los rehenes israelíes, cambiar la situación en la Franja según el mejor criterio de Israel y crear un nuevo orden en la región, pero el gobierno de Netanyahu desperdició esta oportunidad histórica, y también desperdició la valentía y la dedicación de los soldados israelíes, porque se decidió infligir conscientemente a Gaza un desastre humanitario innecesario y, al hacerlo, se infligió a Israel un desastre político innecesario»
«Uno por uno, nuestros aliados se han horrorizado por lo que está sucediendo en Gaza, y uno por uno, están pidiendo un alto el fuego inmediato e incluso un embargo de armas a Israel. A los países árabes moderados cuyos intereses coinciden con los nuestros y que temen a Irán, Hezbollah y Hamas, les ha resultado difícil cooperar con nosotros mientras devastamos Gaza», afirma Harari, sosteniendo en que «Netanyahu ha logrado descarrilar incluso nuestras relaciones con Estados Unidos, y las generaciones más jóvenes de todo el mundo ven ahora a Israel como un país racista y violento que expulsa a millones de sus hogares, mata de hambre a poblaciones enteras y mata a muchos miles de civiles sin mejor motivo que la venganza. Los resultados se sentirán no sólo en los próximos días y meses, sino durante décadas en el futuro».
Y sigue con un vaticino casi apocalíptico: «Incluso durante los peores momentos del 7 de octubre, Hamás no estuvo ni cerca de vencer a Israel, pero la ruinosa política del gobierno de Netanyahu después del 7 de octubre ha puesto a Israel en peligro existencial».
«El fracaso del gobierno de Netanyahu durante la guerra no es accidental. Es el fruto amargo de muchos años de políticas desastrosas. La decisión de infligir a Gaza una catástrofe humanitaria fue el resultado de una combinación de tres factores de largo plazo: falta de sensibilidad ante el valor de las vidas palestinas; falta de sensibilidad hacia la posición internacional de Israel; y prioridades sesgadas que ignoraron las verdaderas necesidades de seguridad de Israel.
«Durante muchos años, Netanyahu y sus socios políticos cultivaron una visión del mundo racista que acostumbró a demasiados israelíes a ignorar el valor de las vidas palestinas. Una línea directa va desde el pogromo de Hawara de febrero de 2023 hasta la actual tragedia humanitaria en Gaza. El 26 de febrero de 2023, dos colonos israelíes fueron asesinados mientras conducían por Hawara, en Cisjordania. En venganza, una turba de colonos incendió casas, tiendas y automóviles en Hawara e hirió a decenas de civiles palestinos inocentes, mientras que las fuerzas de seguridad israelíes hicieron poco o nada para detener la indignación. Quienes se acostumbraron a quemar una ciudad entera en venganza por el asesinato de dos israelíes, dieron por sentado que era aceptable devastar toda la Franja de Gaza en venganza por las atrocidades del 7 de octubre» agregó.
«No hay duda de que Hamás es una organización asesina que el 7 de octubre cometió crímenes atroces, pero se supone que Israel es un país democrático, que incluso cuando se enfrenta a tales atrocidades sigue respetando las leyes internacionales, protegiendo derechos humanos básicos y respetando las normas morales universales. En una campaña electoral reciente, enormes carteles al borde de las carreteras declaraban «un líder de una liga diferente» y mostraban a Netanyahu sonriendo y estrechando la mano de un radiante Vladimir Putin. ¿Quién necesita a Washington y Berlín cuando la superpotencia israelí tiene nuevos amigos en Moscú y Budapest? Y si Putin es nuestro nuevo amigo, ¿por qué no actuar como Putin? Incluso hoy en día hay israelíes que miran con nostalgia cómo se comporta Putin –por ejemplo, cortarles las orejas a los terroristas– y piensan que Israel debería aprender de él. No hace falta decir que después del 7 de octubre Putin apuñaló a Netanyahu por la espalda y Victor Orban no se molestó en visitarlo. Fueron los liberales de Washington y Berlín quienes ayudaron a Israel. Pero tal vez por pura inercia, Netanyahu sigue mordiendo las manos que nos alimentan. El creciente aislamiento internacional de Israel y el odio que se expresa hacia Israel entre académicos, artistas y jóvenes no es sólo producto de la propaganda de Hamas: es producto de las prioridades sesgadas de Netanyahu durante los últimos 15 años.
«Un primer ministro es responsable de lo más importante: dar forma a las prioridades del país. Y las prioridades elegidas por Netanyahu fueron calamitosas. Si entre enero y octubre de 2023 el gobierno de Netanyahu hubiera prestado a Hamás una cuarta parte de la atención que dedicó a luchar contra el Tribunal Supremo, se habría evitado la catástrofe del 7 de octubre.Y luego, Netanyahu decidió derrumbar los techos de Gaza sobre las cabezas de todos –palestinos e israelíes– sólo para vengarse.
El ejemplo bíblico de Sansón
«Los israelíes conocen bien su Biblia y aman sus historias. ¿Cómo es que después del 7 de octubre nos olvidamos de Sansón? La suya es la historia de un héroe judío secuestrado en Gaza, donde los filisteos lo mantuvieron en oscuro cautiverio y lo torturaron severamente. ¿Por qué Sansón no se convirtió en un símbolo después del 7 de octubre? ¿Por qué no vemos su imagen en todas partes, en pegatinas, graffitis y memes de Internet?
«La respuesta es que el mensaje de Sansón da demasiado miedo. «Que tome venganza», dijo Sansón, «y que mi alma perezca con los filisteos». Desde el 7 de octubre, nos hemos vuelto tan similares a Sansón en tantos aspectos (la arrogancia, la ceguera, la venganza, el suicidio) que resulta demasiado aterrador recordar al héroe vanaglorioso que dejó perecer su propia alma sólo para vengarse de los filisteos.
«Es vital establecer un nuevo gobierno, uno que se guíe por una brújula moral diferente, que ponga fin a la crisis humanitaria en Gaza y comience a reconstruir nuestra posición internacional. Si no cambiamos nuestra política hacia los palestinos, nos quedaremos solos frente a Irán, y nuestro fin será como el de Sansón, quien en un ataque de ira impotente derribó la casa sobre las cabezas de todos».