Pullaro busca construir una mayoría en el máximo tribunal para 2025. La historia de un cuerpo que siempre se conformó al calor de los acuerdos entre justicialista y radicales. Lo quiso cambiar Binner, aunque luego el socialismo acordó con el Superior Tribunal para no hacer olas. Los nombres que suenan y el riesgo de tener la suma del poder público.
“El Gobernador los quiere afuera para Navidad”. Comenta a quien quiera escucharlo un ministro fuerte del gabinete de Pullaro. Suele elegir un tipo especial de destinatario: los periodistas. Obviamente, se refiere a los integrantes de la Corte que han demostrado no tener ya ni las fuerzas físicas ni el scrum del círculo rojo para aguantar la parada. La embestida de Pullaro es fuerte, motivado por el millón de votos obtenidos en la últimas elecciones, récord en la historia de la democracia local.
Las anunciadas salidas de Mario Netri y recientemente de Maria Angélica Gastaldi demuestra que la edad – más de ochenta años- sí pesa a la hora de gestionar un poder decisorio, que tiene mucho de político y un poco menos de jurídico. Ambos son un ejemplo del acuerdo en los albores del 2000 – heredado de los noventa- entre el Lole Reutemann y Horacio Usandizaga. Entre ambos se repartieron el Estado sin ruborizarse. En esa tanda de nuevos ministros de la Corte –entre 2000 y 2001- llegó también Rafael Gutiérrez, primo político del Lole y, previamente bochado para el cargo de Procurador por la Asamblea legislativa. Con Rodolfo Vigo, que había sido seleccionado para el cargo en 1988 (previo a 4 años en el juzgado civil y comercial más importante de la jurisdicción) y Roberto Falistocco (que llegó a principio de los noventa de la mano de su jefe político Víctor Reviglio) blindaron las gestiones del peronismo durante muchos años, sobre todo a Carlos Reutemann, que zafó de dos grandes procesos judiciales: los asesinatos de diciembre de 2001 y las inundaciones dos años después. El último que pudo enviar un pliego de juez de Corte a la legislatura fue Jorge Obeid en 2007 luego de la renuncia de Vigo – con escándalo en el medio por el cómputo “rarísimo” de su jubilación-. En ésa ocasión envió la propuesta del docente con afinidad radical Daniel Erbetta.
Ésta será la primera vez en que un gobernador aplique los requisitos del decreto firmado por Hermes Binner en 2007 cuando emuló a Néstor Kirchner que había, también por decreto, agregado a la compulsa del nombre la consideración de las organizaciones y de la gente sobre el postulado.
En la Casa Gris creen que, más temprano que tarde, se irán del Superior Tribunal Spuller y Falistocco. “Otto ni piensa en irse y Rafa, menos”, dicen los viejos relatores dentro del Palacio de Justicia. Spuller goza de buena salud para un capítulo más en la siempre clásica novela “Resistiré”. No tiene el poder de finales de los años noventa, cuando era el abogado que le llevaba los juicios a Reutemann y al diario El Litoral.
Últimamente, el centenario medio gráfico ha demostrado no pelear ya por la agenda de Gutiérrez, de capa caída ante el círculo rojo capitalino. Encima, con problemas internos en Tribunales por la no activación el enganche de sueldos a los empleados. Un padecimiento de Pullaro y su gestión que le facturan al ex primo político del corredor de Fórmula 1. Ni siquiera el de su aliado en ciertos intereses comunes: el contador y Presidente del Tribunal de Cuentas, Oscar Baggioni. Lo deschavó ante el Team Pullaro la noche previa al encuentro en Casa Gris, aquél domingo por la mañana. El ministro Bastía se lo comentó en la reunión: “si quiere saber algo de nuestro Gobierno, nos lo pide”, le dijo. Gutiérrez – que le habría pedido algún dato oscuro de la gestión para incordiar al contador todoterreno – entendió allí que “El Cabezón” Biaggioni ya se había cambiado de escudería. Juega su propio juego: sabe que él y otros tres vocales del Tribunal tienen los mandatos vencidos.
UN POCO DE HISTORIA
La Corte santafesina se conformó con 6 integrantes en diciembre de 1983, con la recuperación de la democracia. Juraron entonces Tárcilo Esteban, Roberto Tettamanzi, Héctor Prono y Casiano Iribarren – propuestos por el peronismo- y Raúl Álvarez y Jorge Barraguirre por la UCR. El último fue el candidato del Colegio de Abogados de Santa Fe, que había recuperado el vigor en 1982, en el epílogo de la dictadura. Cuando Tettamanzi renuncia ingresa el abogado rosarino Juan Bernardo Iturraspe, que estuvo entre 1988 y 1991. En 1994 con Convencional Constituyente. Entre 1988 y 1992 renunciaron Prono y Esteban e ingresaron Vigo – con fuerte apoyo de la Iglesia- y Decio Ulla, un desarrollista que había sido Fiscal de Estado en la gestión de Carlos Sylvestre Begnis, experiencia que unió a frondicistas y peronistas nucleados en el Frejuli en 1973. El MID (Movimiento de Integración y Desarrollo) tuvo cuadros políticos relevantes durante décadas: Además de Ulla, promocionó al joven Alberto Maguid, luego el hombre más fuerte del sindicalismo local con UPCN, a Danilo Kilibarda (convencional del 62) y a Roberto Rosúa, tres veces ministro de Gobierno de Santa Fe.
Cuando se jubiló Iturraspe ingresó Falistocco, el más veterano en la Corte: lleva 33 años allí. Toda una vida. En el año 1999 deja la Corte Jorge Barraguirre, el único en la historia del Tribunal que se jubiló con 65 años, como indica la Constitución Provincial. Barraguirre fue el contraste de Casiano Iribarren que había ido en queja a la Corte Nacional para plantear la inconstitucionalidad de ése artículo de la Carta Magna santafesina, que difería con la nacional, que fijaba en 75 años la edad jubilatoria. Iribarren, padre de “Marita”, la ex jefa de Fiscales de Rosario, fue acusado de beneficiarla en un concurso cuando integraba el Consejo de la Magistratura. Pero todo se precipito cuando un abogado rosarino Juan Vennera, lo trató de senil y el cortesano lo acusó de “borracho”, y que lo “iba a cagar a trompadas”. Le llovieron los pedidos de juicio político y se fue.
La Corte tuvo 4 Procuradores desde diciembre de 1983 a hoy: Emilio Salomón Maldonado Puig, hasta 1995, Jorge Boff hasta 2007, Agustín Bassó hasta marzo 2012, cuando falleció, y Jorge Barraguirre (hijo), que asumió el 13 de diciembre de 2012.
EN CARPETA
Con la salida de María Angélica Gastaldi, la primera mujer en llegar al Superior Tribunal, se profundiza la idea de un recambio con paridad en la Corte. Dos nombres ya circulan desde hace tiempo: Cecilia “Ichi” Vranicich (actual Fiscal General) con llegada al socialismo y a casa Gris; Claudia “Pipi” Levín, primera Decana de la Faculta de Derecho de la UNL en la historia de la casa de altos estudios. De estrecha relación con el miembro de la Corte nacional Ricardo Lorenzetti y con jueces federales, vinculada al sector universitario ligado a José Corral. También se sondeó a la camarista civil de Reconquista María Eugenia Chapero, de la Red de Mujeres Juezas de la Argentina, con fuerte presencia en los medios en los últimos días por oponerse a la idea de que dos varones lleguen a la Corte nacional. Hace unos años, promocionada por María Angélica Gastaldi, decidió generar un nucleamiento distinto de mujeres juezas y escindirse del creado por la magistrada de la Corte entrerriana Susana Medina. Tiene 14 años de experiencia en la justicia civil y un hábito que le critican propios y extraños: se mueve en avión particular. La razón es que, su esposo es dueño de una de las empresas más grande del país de repuestos automotor. Ella también se sube a la aeronave de la empresa para ir a Santa Fe o a Buenos Aires. Por último se suma la diputada Lionela Cattalini, integrante de la Comisión de Acuerdos y de Seguridad. Socialista pero con buena llegada a Pullaro. Ha sido más de una vez la vocera de las leyes que impulsó el Gobernador a principios de su gestión vinculada a la Justicia o a la Seguridad.
Entre los hombres, sobresale el de Fabián Bastía, actual ministro de Gobierno. Hombre de Crespo. Internamente los correligionarios lo subestiman, entre ellos José Corral. No tiene grandes antecedentes académicos y posee una imagen muy negativa en su pago chico, donde nunca ganó una elección. Un sector del Frente Unidos le pone fichas a Lisandro Castagno, un joven abogado especialista en derecho administrativo, oriundo de Rosario. En Casa Gris le esquivan a la idea de que el postulante sea un “NyC” (nacido y criado) en Tribunales. Pero saben que las alternativas restantes son muy pocas. En el justicialismo le ponen algunas fichas al massista Diego Giuliano, actual diputado nacional por el PJ. Muchos ven “onda” entre él y el Gobierno por la buena relación que tiene con Pullaro, pero Giuliano le dice a su entorno que no quiere saber nada. La gestión provincial sabe que en los tiempos venideros será fundamental el litigio laboral con las reformas que se avecinan. Para ello pusieron en carpeta a un abogado del rubro que fue ministro de Trabajo de Perotti y de buena relación con los medios, sobre todo con UPCN: Juan Manuel Pussineri, el santotomesino que fue Secretario General de la Gobernación con poco más de 30 años en la gestión de Jorge Obeid como Gobernador. Él y su esposa –camarista laboral- son especialistas en derecho del Trabajo.
Si la gestión logra imponer su mayoría, el Pullarismo será más que una línea interna partidaria. Expresará la suma de un poder público que, la historia ha demostrado, siempre ha generado miradas megalómanas, discurso único y poco debate.
Autor: Héctor Martín Galiano (contacto@zonacriticaonline.com)