Por asociación ilícita reclamaron sanción contra 22 de los 23 acusados. Sólo sugirió que se absuelva al ex jefe de Drogas Cristian Floiger
El juicio contra la banda de Los Monos entró en la recta final y la sala de audiencias volvió a llenarse. Ayer pasadas las 9, el fiscal Gonzalo Fernández Bussy comenzó a exponer los alegatos de clausura de un trámite que se inició en noviembre pasado y que en las próximas semanas concluirá cuando el Tribunal dicte su sentencia. Durante la mañana y hasta pasado el mediodía la fiscalía hilvanó las pruebas que se expusieron a lo largo del debate para probar la existencia de una asociación ilícita dedicada a cometer distintos ilícitos y detalló el rol que cada uno de los acusados cumplía dentro de la misma. También atacó las estrategias de las defensas, que a entender del fiscal apuntaron todo el tiempo a desprestigiar al juez de Instrucción que llevó adelante la investigación y las escuchas telefónicas en las que se basa gran parte de la acusación.
De hecho, uno de los momentos más tensos de la mañana se generó cuando Fernández Bussy reprodujo una de esas escuchas. Las defensas objetaron pese a un acuerdo previo de no interrumpir la exposición del fiscal y el juez Ismael Manfrín convocó a los más de 20 abogados presentes para exigirles orden.
En la sala estuvieron todos los imputados, a excepción de Máximo Ariel Cantero (padre), sindicado como uno de los líderes de la banda, quien se excusó con un certificado médico para no presenciar la audiencia. Al concluir la jornada para los principales miembros de la familia Cantero los pedidos de pena, unificados en algunos casos con condenas anteriores, quedaron así: Ramón Machuca, alias Monchi Cantero, 41 años. Ariel Máximo «Guille» Cantero: 26 años. Máximo Ariel Cantero (padre): 10 años. Lorena Verdún: 7 años y un mes.
Otras demandas de condena fueron de 14 años para Leandro Vilches, de 13 para Emanuel Chamorro. En los casos de los policías los más severos apuntaron al ex policía de Drogas Peligrosas Juan Delmastro, con 13 años unificados, y para el ex suboficial de la Zona 3 de Rosario Juan José Raffo, con 9 años y seis meses.
Asociación ilícita
Fernández Bussy consideró que de las 25 personas que están en el banquillo de los acusados, 22 conformaban una asociación ilícita. No habló de 23, como lo había hecho en los alegatos de apertura ya que, tras el debate, entendió que no había evidencia suficiente para probar que el ex jefe de Inteligencia de ña ex Drogas Peligrosas de Rosario, Cristian Floiger (para quien habían solicitado seis años de prisión) hubiera sido uno de sus miembros. El fiscal solicitó su absolución.
«La asociación ilícita está conformada por 22 de los imputados que están en juicio más los que ya se encuentran condenados (en juicios abreviados)», expuso Fernández Bussy, y ahondó: «Se sienten parte de esta asociación. Colaboran de una forma u otra para que los objetivos de esta organización criminal se cumplan. Esos objetivos eran usufructuar un territorio liberado mediante la imposición del miedo y con una organización sistemática de la violencia, controlando distintas zonas geográficas de Rosario, cobrando a otras personas para brindarles protección. Es decir, manejar lo que se conoce como negocio de la violencia, uno de los aspectos fundacionales, prioritarios y aglutinantes de la banda».