Según este especialista, autor varios libros sobre Inteligencia, el causante de la muerte de Nisman fue alguien local entrenado en los métodos israelíes.
“Para hacer aparecer a una persona con la apariencia de suicidado y con la cabeza bloqueando la puerta desde adentro no se necesita ser espía. Creo que hasta yo soy capaz de hacerlo”. Quien habla con Perfil desde Madrid es Eric Frattini, especialista nada más y nada menos que en un tema que, a partir de las declaraciones de la jueza Sandra Arroyo Salgado, cobra vigencia: los asesinatos de los servicios de inteligencia. Escribió más de veinte libros sobre el tema de los servicios de inteligencia –uno de los más reconocidos es el que se llama Mossad, ni más ni menos–, entre ellos el denominado El Polonio y otras maneras de matar, donde narra diez casos de asesinatos políticos realizados por la KGB, el Mossad y la CIA. Casos en los que “los servicios actúan con independencia, pero siguiendo alguna orden política”. Alguna vez tuvo que cubrir la guerra en Oriente Medio. Vivió cuatro años en Israel y uno en el Líbano. Allí, en la frontera fue tentado por la CIA para trabajar como “informante extranjero”. Por entonces, mi jefe, Polanco, me pagaba más dinero. Por eso, elegí ser periodista y no espía.
Y para Frattini no hay dudas: “Este es un asesinato que tiene toda la impronta de los servicios de inteligencia, todo el estilo. Incluso diría que es un tipo de asesinato en el que el Mossad se especializa. Creo que han sido los servicios de Argentina en este caso, que han recibido algún entrenamiento previo. Y a su manera lo han hecho muy bien”.
—¿Por qué muy bien?
—Porque han conseguido desconcertar, incluso, a la presidenta Kirchner. Con sus declaraciones demuestra que quienes actuaron lo hicieron con gran profesionalismo. Aunque hay que admitir que la modalidad de un asesinato político es esa: los servicios actúan por su cuenta, mientras que los presidentes de cada país dicen no saber nada sobre el asunto. Pasó con Rusia, Estados Unidos. También en la antigua Alemania del Este. Este tipo de acciones se llama “asuntos húmedos” y es parte de la cotidianidad de los servicios de inteligencia.
—¿Para usted no hay dudas de que fue un asesinato?
—El tema de que no haya tenido rastros de pólvora es determinante. Consulta con cualquier especialista en balística y te dirá que no hay forma de que no queden rastros de plomo o pólvora en las manos. El fiscal tendría que haberse suicidado con una bolsa hasta el antebrazo para que no quedara este tipo de rastros. No es un crimen perfecto, ni mucho menos. Diría que es parte habitual de ese tipo de trabajos. En la lógica de los servicios, este tipo de actos son parte del asunto. Mientras que en las dictaduras directamente te matan, en las democracias a veces hacen estas cosas. Que, a su vez, es la lógica de la actividad. Un director ejecutivo de la CIA lo reconoció directamente: “Las ‘acciones ejecutivas’ llevadas a cabo por nuestros agentes de inteligencia son a veces criticadas por los que no entienden que esas acciones son llevadas a cabo para defender el estilo de vida americano”, dijo William Casey. El poder político no siempre controla estas acciones. Pero de alguna manera las avala.
—¿Se puede trazar un perfil del espía/sicario que hace un tipo de operación así?
—Las fuerzas de inteligencia suelen tener entre sus filas químicos y físicos. No es necesario alguien con formación policial o militar. Es cierto que muchas veces los servicios tienen en sus filas a ex militares, que dejan la carrera y que componen la estructura. Con un entrenamiento correcto, no se necesita ser parte de las estructuras armadas para hacer una cosa de este tipo.
—Quienes vimos la serie “House of Cards” presenciamos una escena de un asesinato que se presenta como un suicidio. ¿Son así las cosas en la realidad?
—Los asesinatos reales, y aun los suicidios reales, son mucho más “sucios” que lo que vemos por televisión. Un disparo en la sien provoca mucha más sangre y estelas de sangre en la pared que lo que podemos ver. La misma presencia de la masa encefálica en el piso hace que te quedes con la sensación de algo mucho más feo que la imagen estetizada que encuentras en el cine. Lo que uno ve en películas como la de James Bond muy poco tiene que ver con la realidad de este tipo de acciones. No existen asesinatos con balazos en la sien ni suicidios limpios.
—En la Argentina se habló también de la hipótesis de un suicidio inducido, ¿usted ha registrado acciones así vinculadas a los servicios?
—No, ése es un procedimiento mafioso. No de la inteligencia. La mafia sí demostró que opera así, y la política norteamericana tiene muchos ejemplos al respecto. Pero los servicios son más directos. Si tienen que eliminarte lo hacen. No utilizan a tu familia.