El exministro de Educación, Daniel Filmus, destaca el trabajo en las escuelas sobre la guerra y la soberanía en las islas.
“El tema Malvinas fue tan fundamental en la escuela que ha permitido que generación tras generación la causa siga viva. No hay en el mundo causas que tengan 188 años, existe porque están los maestros, los profesores y todo un sistema educativo que se ha ocupado de transmitirla”, sostiene Daniel Filmus, exministro de Educación del país durante la presidencia de Néstor Kirchner y actual titular de la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur.
En diálogo con La Capital, el sociólogo y educador, que actualmente preside la entidad de la Cancillería argentina que entiende en los temas vinculados a las Islas y los espacios marítimos circundantes en el Atlántico Sur, define al 2 de abril como un momento de homenaje pero también de compromiso con los caídos y excombatientes. Reflexiona sobre el rol que ha tenido la escuela en la promoción de la memoria histórica respecto a la reivindicación de los derechos soberanos sobre las islas. Y destaca la riqueza conceptual que para chicos y jóvenes puede aportar su tratamiento en las aulas.
—En noviembre de 2020 quedó integrado el Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas con el objetivo de trazar políticas de Estado, pero también llevar adelante actividades de docencia e investigación. ¿Hay un interés manifiesto en esta administración de incorporar la problemática de Malvinas al sistema educativo en todos sus niveles?
—Por supuesto que si. En primer lugar porque por primera vez se incorporó la temática Malvinas como obligatoria para todos los niveles en la última ley de educación nacional de 2006, donde está taxativamente colocada la causa Malvinas como uno de los temas a trabajar. A pesar de que el sistema es federal y que cada provincia define sus propios contenidos, hay ciertos temas que son obligatorios en todo el país y este es uno de ellos. Y por otro lado, porque la escuela ha sido históricamente quien ha transmitido de generación en generación los valores mas importantes respecto a la causa de Malvinas, tanto a lo que hace a las razones de usurpación británica y a los derechos que tiene Argentina sobre la islas, como a la presencia del mapa y la representación de la soberanía argentina en una cartografía. Cuando uno ve un mapa donde no está Malvinas como lo estudiamos en la escuela, salta a la vista.
«La escuela ha sido la que ha transmitido de generación en generación los valores más importantes respecto a Malvinas”
—El tratamiento de Malvinas en las escuelas también forma parte de una pedagogía de la memoria. ¿Qué mirada tiene sobre el avance que ha logrado su implementación?
—Creo que una parte de la temática de Malvinas está vinculada a la pedagogía de la memoria. La memoria respecto de los derechos que la Argentina hereda de España, la memoria respecto de la usurpación británica de 1833 y la memoria respecto del homenaje a los soldados caídos en la guerra. Hay una multiplicidad de aportes en este sentido. La memoria es un aspecto porque Malvinas es un tema multidisciplinario que se aborda desde la historia, la geografía y la economía a partir del análisis de los recursos naturales que hay en el Atlántico Sur. También se trabaja desde la perspectiva de la geopolítica mundial. Depende el nivel educativo, el tratamiento del tema Malvinas está íntimamente ligado a un montón de áreas. Incluso cuando hablamos de los niveles superiores, Malvinas está vinculada a las ciencias duras, porque hay aspectos que tienen que ver con la energía, la pesca, la biodiversidad, la geología. Puede abordarse en todos los niveles de acuerdo a las capacidades que tienen los chicos, jóvenes o adultos.
—Malvinas también es una oportunidad de contribuir al conocimiento por parte de los estudiantes del concierto internacional, de las desigualdades globales y de las pujas de poder mundial.
—Tal cual, en un doble sentido. Por un lado, contribuye a una mirada respecto a la desigualdad que existe a nivel global, respecto al poder y su distribución en el mundo. Y por otro lado, por la importancia que tienen los organismos multilaterales. Muchas escuelas trabajan con el modelo de Naciones Unidas, o de la OEA (Organización de Estados Americanos). Otras con el modelo Unasur o con el modelo Mercosur. La comprensión del papel que juegan los organismos multilaterales en el mundo es importantísima a todo nivel para entender la inserción argentina y de Latinoamérica en el mundo. Malvinas abre la posibilidad al tratamiento de múltiples temas. Una cuestión multilateral importante es el Tratado Antártico, por ejemplo. Argentina es la puerta de entrada a la Antártida y es imposible entender la usurpación de Malvinas sin comprender la importancia que tiene nuestro país en cuanto acceso a la Antártida o el control del pasaje bioceánico entre el Pacífico y el Atlántico. O el papel que tiene la base militar del Reino Unido allí. Esto implica entender buena parte de la geopolítica mundial.
«No hay en el mundo causas que tengan 188 años, existe porque hay maestros y un sistema educativo que se ha ocupado de transmitirla”
—Malvinas suele abordarse como una tragedia del pasado. ¿Cree que faltaría dar algunos pasos en el tratamiento del tema soberanía, aún irresuelto?.
—El 2 de abril tiene un componente importante de homenaje, de recuerdo y memoria. Obliga a mirar atrás desde el momento que rendimos homenaje a nuestros caídos, pero también implica mirar hacia adelante, porque nuestro compromiso hacia quienes cayeron es seguir luchando por sus ideales y hacerlo a través de la paz, del diálogo y la diplomacia, nunca más a través de la guerra. Por otra parte contamos con el 10 de junio como efeméride, fecha en que se conmemora la designación del primer gobernador en Malvinas. El año pasado en todos los municipios del país y en las escuelas se recordó el bicentenario del primer izamiento de la bandera argentina en las islas. Como sabemos, una cuestión es incorporar el tema en el programa de estudios y otra cosa es que haya una efeméride para que sea recordado. Trabajamos en una doble dirección, porque la efemérides permiten que haya una unidad de todo el sistema educativo recordando una situación. Nuestra preocupación es entender Malvinas hoy, porque allí hay hidrocarburos, pesca y una problemática de importancia geopolítica y de distribución desigual del poder a comprender. Claro que falta, uno trata de mirar las cosas en las que se avanza aunque siempre falta. De cualquier manera yo diría que es gracias al sistema educativo que la causa Malvinas después de 188 años sigue viva. La educación es la herramienta para transmitir de generación en generación aquellos valores, sentimientos y saberes que una comunidad considera fundamentales. El tema Malvinas fue tan fundamental en la escuela que ha permitido que generación tras generación la causa siga viva. No hay en el mundo causas que tengan 188 años, existe porque están los maestros, los profesores y todo un sistema educativo que se ha ocupado de transmitirla más allá de que, como en toda situación educativa, tengamos logros y también asignaturas pendientes.
—¿La Secretaría de Malvinas trabajó junto al Ministerio de Educación de la Nación en la confección de una nueva cartografía que llegue a todas las escuelas del país?
—Sí porque el mapa es muy importante. Un argentino ve un mapa de la Argentina en el que no están las Islas Malvinas y se pregunta por ellas. Por eso en el acuerdo que hicimos con el Ministerio de Educación entregamos 50 mil mapas nuevos, en donde no solo la Argentina es bicontinental, sino que están en la misma escala el continente antártico y el continente americano. Cuando lo ves, te das cuenta que la Argentina no es de Usuahia a la La Quiaca, sino que es de La Quiaca al Polo Sur y Usuahia está en el medio. Cambiar esa mirada es lo que nosotros queremos. El Ministerio de Educación ya está distribuyendo la nueva cartografía, y el nuevo material audiovisual y bibliográfico que va a llegar a todas las escuelas. También va a haber dos programas de Zamba en el Canal Encuentro con el que estamos trabajando, para explicar este concepto del mapa bicontinental.