El jefe comunal ganó su interna y el líder de Ciudad Futura venció a Sukerman. El resto no superó el mínimo para llegar a la elección general y se plasmó un escenario inédito desde el regreso de la democracia
Pablo Javkin o Juan Monteverde. Uno de ellos será el próximo intendente de Rosario, ya que el resto de los candidatos de los distintos partidos que compitieron en las Paso este domingo no superó el 1,5% de los votos mínimos que se exigen para poder llegar a la elección general del próximo 10 de septiembre.
Así las cosas, los rosarinos vivirán un escenario idéntico al de un ballotage: deberán elegir entre dos opciones. Javkin pondrá de relieve su gestión y Monteverde sin dudas profundizará las críticas a la actual administración para diferenciarse. Las cartas están en juego.
Por lo pronto, las críticas hacia Javkin también llegaron desde su propio sector. Fue Miguel Angel Tessandori, quien salió segundo en la interna de Unidos para Cambiar Santa Fe, quien destacó este domingo que “la gente no está contenta” y subrayó que “Rosario cuestiona el manejo de la Intendencia”.
Esa visión contrastó con los saltos al estilo festejo estudiantil que encabezó Javkin en el escenario montado en el Mercado del Patio. La alegría del intendente no tenía su correlato en el discurso de su competidor más cercano. Es que, sin eufemismos, Tessandori remarcó: “En tan solo 18 meses que llevo en la vida política le estoy disputando voto a voto al actual intendente”.
Y algo de razón tiene. Hay una máxima que reza que en las elecciones Paso generalmente se plebiscita una gestión. Lo dijo el propio Javkin este domingo cuando fue a votar abrazado a sus hijos. “Es el momento en que la gente pone la nota”, sentenció.
Esa nota este domingo distó bastante de ser un 10, tal vez estuvo más cerca de un 6 ó 7, esos que alcanzan para aprobar pero que dejan en evidencia que la gestión no es de las más aplaudidas. Es verdad que tuvo que afrontar una pandemia y una crisis económica que sigue golpeando con fuerza a una ciudad que engrosa sus bolsones de pobreza a diario y que padece el flagelo de la inseguridad.
Con todas esas dificultades a cuestas, Javkin se impuso en su interna y ahora irá por la reelección. Es una incógnita saber dónde irán los votos de Tessandori, un aliado muy crítico de la gestión oficial.
En la vereda de enfrente lo espera Monteverde, quien dio el gran batacazo de la jornada y le ganó al candidato del peronismo, Roberto Sukerman, en la interna de Juntos Avancemos. Así, el PJ se quedó por primera vez en la historia sin un candidato del propio riñón partidario que pelee por conducir la ciudad.
En alianza con el Movimiento Evita logró imponerse en la interna del PJ y ahora deberá ver de qué modo suma al resto de la militancia peronista a su causa. No obstante, Ciudad Futura tiene un gran caudal de votos de centroizquierda y sin dudas se hace fuerte con el voto joven, ya que una interesante parte de la franja etaria que va desde los 16 a los 20 tiene su corazón puesto en el movimiento que se inició tras las crisis de 2001 en los confines del barrio Nuevo Alberdi.
Por lo pronto, este domingo Monteverde ya dejó en claro el pseudo escenario de ballotage al que se encaminan los rosarinos en septiembre. “De un lado van a tener la continuidad. Del otro estamos nosotros”, dijo desde su búnker para afianzar esa suerte de cambio de timón que buscará impulsar en la conducción de la ciudad.
Alguna vez Javkin supo tejer una muy fructífera alianza con el partido de Monteverde. Fue ni bien comenzó su gestión, en 2019, cuando encolumnó a Ciudad Futura detrás de la línea oficial y los votos de esos concejales, más un sector del macrismo, le permitieron lograr el avance de proyectos clave, como los cambios de altura para poder edificar en distintos barrios, por ejemplo.
Ahora el escenario es otro: llegó la hora de que se muestren diferentes.
En el Concejo
Mientras tanto, en el Concejo, la aliada incondicional de Javkin, María Eugenia Schmuck, hizo una muy buena elección en la interna de Unidos para Cambiar Santa Fe, donde fue la más votada, seguida de cerca por el hijo del fallecido ex gobernador Miguel Lifschitz, Federico Lischitz. Luego le siguió Susana Rueda y lejos, demasiado, apareció otro candidato del riñón socialista, Pablo Seghezzo.
Poco caudal de votos cosecharon los candidatos del PRO, como Renata Ghilotti y Alejandro Roselló.
Del lado de Juntos Avancemos el más votado para concejal fue el militante del Movimiento Evita Mariano Romero, seguido por dos María Fernandas: Gigliani y Rey.
El 10 de septiembre se renovarán 15 bancas de las 28 que componen el Palacio Vasallo, en una elección que también será clave para definir con qué equilibrio de fuerzas contará el próximo intendente para gobernar durante los próximos cuatro años.
Algo es seguro: estas Paso plasmaron un escenario inédito desde el regreso de la democracia. Será la primera vez que se deberá elegir entre tan solo dos opciones para definir el próximo intendente de Rosario.