El Gobierno modificó el presupuesto y benefició a la firma liderada por el presidente de Unión en la compra de materiales de construcción para la cárcel de Coronda. La empresa no estaba dentro del grupo de Proveedores de la provincia. Dudas en torno a si la adjudicación está en el marco de la Emergencia en Seguridad.
El pasado 2 de septiembre y por decreto, Pullaro le adjudicó al Grupo Sphan el futuro pago de casi 447 millones de pesos en concepto de materiales de construcción para obras en la Cárcel de Coronda. Para ello, modificó una partida presupuestaria (una costumbre en estos días en otras materias) y benefició al corralón del múltiple denunciado por evasor impositivo Luis Spahn. La provincia le comprará a FRAP SPAHN SRL Cal hidratada, cemento y ladrillos. Lo que sorprendió a los otros corralones de la zona es que la firma del presidente de Unión fue la única que presentó una oferta en el marco de la licitación que, según el comentario de los empresarios del rubro «no se encuadra en la Emergencia en Seguridad. «Nada justifica semejante acelerada», dicen los entendidos en administración de los fondos públicos.
Los corralones de la zona pusieron el grito en el cielo porque muchos de ellos dicen que podían mejorar la oferta pero, y por encima de todo argumento, el haber beneficiado a Spahn, quien se sabe tiene un largo historial de incumplimiento con el fisco. «Beneficiaron a un evasor», se quejan.
Como si fuera poco, el decreto de Pullaro le da otra mano a Spahn. En su artículo 3 amplía a favor de la firma “FRAP SPHAN S.R.L.”, por el término de
veinte días contados desde la adjudicación, el plazo para la inscripción en el Registro Único de Proveedores y Contratistas de la Provincia y/o en el
Registro de Beneficiarios de Pagos de Compras Menores y Excepciones, siendo requisito obligatorio haber cumplimentado con la inscripción correspondiente previo al pago. Es decir, le «acomodaron el cuadro» bien a medida. La firma ni siquiera esta entre las empresas proveedoras o interesadas en serlo. Otra irregularidad.
«Es una vergüenza cómo beneficiaron a Spahn», se queja un cementero local. Pero igual prefiere no hacer olas, porque «este muchacho – por el gobernador – suele tomar represalias con quienes lo critican.
Autor: G.S