La salida de Mario Netri del Superior Tribunal adelantó el juego de tronos. Radicales y socialistas coinciden en que una mujer debe sumarse a la Corte, con mayoría de varones. Una rosarina y una santafesina en carpeta.
Mario Netgri ya anunció que deja la Corte en noviembre próximo. Asumió a finales de 2001 junto a María Angélica «la Flaca» Gastaldi por sugerencia a la Legislatura de la gestión del «Lole» Reutemann. Gastaldi, militante del PJ de toda la vida, fue parte del Bloque «Creo en Santa Fe» que apuntaló politicamente al ex corredor. Antes de ser cortesana había sido defensora del Pueblo. Netri, en cambio radical del sur supo cultivar el bajo perfil. Una enfermedad muy dura lo alejó de las reuniones de Acuerdos de los martes, aunque se los vió en el último encuentro institucional en el palacio de justicia con el ministro y el secretario de Justicia de Pullaro, Pablo Coccocioni y Santiago Mascheroni, respectivamente.
Ahora que está claro que Pullaro deberá cubrir una vacante el juego de tronos avanza con sigilo. Distintas vertientes radicales coinciden que deben promover el nombre de Claudia «Pipi» Levín, actual decana de la Facultad de Derecho de la UNL. Especialista en «misiones especiales» mientras estuvo -con rol relevante- en el Consejo de la Magistratura. Muy cercana a Ricardo Lorenzetti. Muchos la recuerdan por ir a hablar «de parte» del rafaelino en la Cámara de Casación Penal. Preocupada por distintas causas. También se le adjudicaron gestiones institucionales hace dos décadas, cuando un sindicalista poderoso de entonces tuvo que renegar en el juzgado del irascible doctor Reinaldo Rodríguez. Todos dichos de pasillo.
«Pipi» es feminista, con pasado y presente radical. Ex Franja Morada, sigue conservando los amigos de la vieja guardia, aunque mantiene con otros referentes en Derecho de la Casa de Altos estudios una distancia insalvable. En el peronismo más tradicional es respetada por sus gestiones siempre efectivas en causas que muchas veces ni siquiera vieron la luz pública.
La otra candidata es Cecilia Vranicich: la «Ichi». Llegó a la gestión de la mano de Héctor Superti, en aquél Team que copó el ministerio de Justicia en la gestión de Hermes Binner. Rápidamente se hizo un lugar en la referencia judicial. Fue clave en la implementación del nuevo código procesal penal, que como está a la vista, no vino a resolverle los problemas a Juan Pueblo. Como referente del «supertismo» llegó al MPA como Auditora de Gestión. Le tocó surfear con claros y oscuros los enchastres generados por la gestión Saín en Seguridad y su invasión en la Fiscalía de Rosario, principalmente. Contra todo pronóstico el ex gobernador Omar Perotti envió su pliego para el cargo de Fiscal General en el MPA, en una decisión que adoptó en el último tramo del concurso, ya que el candidato del Piamontés era un «nacido y criado en Tribunales», el camarista Roberto Prieu.
«Te quiero agradecer ‘Ichi’ por todo tu apoyo», dijo en el discurso de apertura de las sesiones ordinarias en la Legislatura Maximiliano Pullarro, el pasado 1 de mayo. «Ichi», sentada en el fondo del recinto, casi imperceptible, sonrió incómoda. En el Gobierno consideran que el pliego de la rosarina paso «como por un tubo», aunque dejan flaca la estructura del MPA. Vestir un santo para desvestir a otro, como se suele decir.
Mientras tanto, la idea de avanzar con el recambio de la Corte sigue su paso. El grupo «resistiré» quedó reducido a dos cortesanos: Gutiérrez y Falistocco. Erbetta es el único que observa sin sobresaltos, aunque el pedido de juicio político del diputado Palo Oliver fue agendado. El pullarismo no lo hará correr en la Comisión de Acuerdos. Lo dejará en estado larvario. «Nos conviene», dijo en una reunión privada un ministro importante. Tal vez, motivado por algunas denuncias en su contra en el pago chico.
Autor: Z.C