La reunión fue en la Ciudad del Vaticano. Las víctimas asistieron a la misa en la casa Santa Marta. Francisco se expresó con un «lenguaje muy duro» contra el delito de abuso.
Francisco pidió «perdón por los pecados de omisión» cometidos por la Iglesia en relación con los abusos sexuales contra menores por parte del clero, durante la homilía de la misa que presidió en su residencia en el Vaticano y a la que asistieron seis víctimas de esos abusos.
«Humildemente pido perdón», dijo el papa argentino Jorge Bergoglio, quien reconoció que los líderes de la Iglesia «no han respondido adecuadamente a las denuncias de abuso presentadas por familiares y por aquellos que fueron víctimas del abuso».
«Esto lleva todavía a un sufrimiento adicional a quienes habían sido abusados y puso en peligro a otros menores que estaban en situación de riesgo», declaró el pontífice, quien admitió que «los pecados de abuso sexual contra menores por parte del clero tienen un efecto virulento en la fe y en la esperanza en Dios».
«Algunos se han aferrado a la fe mientras que en otros la traición y el abandono han erosionado su fe en Dios», añadió y subrayó: «Muchos de los que han sufrido esta experiencia han buscado paliativos por el camino de la adicción. Otros han experimentado trastornos en las relaciones con padres, cónyuges e hijos».
En otro momento de su intervención, el papa expresó su «angustia y dolor por el hecho de que algunos sacerdotes y obispos hayan violado la inocencia de menores y su propia vocación sacerdotal al abusar sexualmente de ellos. Es algo más que actos reprobables».
«Es como un culto sacrílego porque esos chicos y esas chicas les fueron confiados al carisma sacerdotal para llevarlos a Dios y ellos los sacrificaron al ídolo de su concupiscencia», agregó el pontífice, quien dijo que los abusos son «actos que han dejado cicatrices para toda la vida», consignó la agencia de noticias Efe.
Francisco, además, se reunió en privado con las seis víctimas de abusos que asistieron a la misa, tres hombres y tres mujeres procedentes de Alemania, Inglaterra e Irlanda.
Al respecto, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, explicó que el Vaticano optó porque fuera este reducido número para que el papa Francisco pudiera intercambiar unas palabras en privado y conversar con ellos de forma personal.
El portavoz no excluyó que se puedan producir en el futuro más encuentros de este tipo entre el papa y víctimas de abusos sexuales por parte de miembros del clero.
Fuente: El Litoral/Télam/Agencia EFE