El Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) anunciaron la conformación de un consorcio público-público para el desarrollo de fármacos contra la tuberculosis, actividad que será parcialmente financiada por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
El anuncio fue realizado este lunes en una conferencia de prensa realizada en el auditorio del LIF, del que participaron el ministro de Salud de la provincia, Mario Drisun; el Rector de la UNL, Albor Cantard; y el director del LIF, Carlos Arques, entre otros.
Sobre el emprendimiento, Drisun dijo que es “relevante” y un hecho fundamental al “momento de establecerse políticas de Estado”.
Por su parte, Cantard destacó, más allá del proyecto en sí, la relación y el trabajo del laboratorio provincial y la universidad. Mencionó el trabajo en este caso de un consorcio público-público, que tiene el vinculación en varios aspectos de la UNL, por el laboratorio de control de calidad de la facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, el equipo de caracterización, sólidos farmacéuticos de la facultad de Ingeniería Química y el CETRI, encargado de la elaboración del proyecto y unidad de vinculación tecnológica a través de la cual se va a llevar adelante la gestión y la administración del proyecto durante estos tres años.
Arques, por su parte, precisó que se trata de un proyecto seleccionado en el marco de una convocatoria de la Nación para la presentación de proyectos que tuvieran como meta el desarrollo de medicamentos estratégicos, que la población necesita y demanda, y que los mercados desatienden con el objetivo de innovar y desarrollar productos y técnicas en el ámbito de la salud.
Del acto participaron también los miembros del directorio del LIF, Guillermo Cleti, Diego Bruno y César Salomón; y el gerente general del LIF, Roberto Ganin, entre otros.
EL PROYECTO
La propuesta de ambas instituciones, «Generación de nuevas capacidades para el desarrollo de medicamentos tuberculostaticos considerados críticos, para fortalecer el sistema de salud público nacional», será financiado por el Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.
El proyecto del Consorcio UNL – LIF está orientado a apoyar el sistema de producción pública de medicamentos tuberculostáticos a través de la optimización y puesta a punto de la tecnología necesaria para la producción en el LIF de dichos medicamentos. Mediante la firma de un convenio con la Nación se obtendrá un monto de 23,5 millones de pesos que posibilitaran este desarrollo.
“En principio, lo que tiene es el desarrollo de cuatro especialidades medicinales tuberculostáticas de primera línea, y la importancia de este desarrollo radica en que en la actualidad hay muchos inconvenientes en la provisión, en función de que muchas no se producen en el país y otras que sí se producen están con una oferta muy concentrada, con lo cual siempre se evidencian dificultades para la normal provisión y eso impacta en los tratamientos y favorecen la aparición de tuberculosis multiresistentes, que ya son mucho más complejas para resolver”, explicó el director del LIF.
El proyecto, que tendrá un período de ejecución de tres años, plantea como hito principal lograr la obtención de los lotes de prueba de cinco especialidades tuberculostáticas: Rifampicina + Isoniacida + Pirazinamida (triple asociación); Etambutol; Rifampicina + Isoniacida (doble asociación) e Isoniacida (de 300 mg y 100 mg).
“Este es el objetivo primario, pero tiene otros colaterales, como es el desarrollo de la integración de nuestro laboratorio productor de fármacos de la provincia con la Universidad. Esa relación tiene 20 años, es una relación que se ha ido complementando, más integral, más diversificada, lo cual es un hito porque hemos constituido un consorcio público-publico entre la UNL y el LIF para llevar adelante nuestra tarea”, agregó Arques.
Asimismo, añadió que “con este proyecto, el consorcio se propone instalar a escala piloto la tecnología necesaria para luego otorgar respuesta a las necesidades de medicamentos planteados para la tuberculosis, en cantidades estables y suficientes y a valores razonables en función de los costos de producción, beneficiando a los sectores con pocas posibilidades que tendrán acceso a ellos”.
DATOS PARA TENER EN CUENTA
En nuestro país entre 600 y 900 personas mueren por tuberculosis anualmente. En el mundo, un millón y medio de personas mueren por esta enfermedad, que es una de las más infecciosas e impactantes en términos de mortalidad.
Hay dos especialidades que no se fabrican en el país y otras que se elaboran en laboratorios privados. Siempre se presentan grandes dificultades cuando se realizan licitaciones internacionales para su provisión, son procesos complejos y difíciles, los tiempos se dilatan y se producen carencias temporales. De manera que, tener un productor con la capacidad de hacerlo con todos los niveles de calidad que exige la industria farmacéutica, de forma próxima y disponible, hace que todos estos problemas desaparezcan.
Esta es una primera etapa, dado que luego se abordará un proceso más complejo. El LIF no puede encarar el proyecto individualmente, por eso se suma el apoyo científico y tecnológico de la UNL, “esta conjunción nos da la plena certeza de que los objetivos se van a lograr”, destacó Arques.
El LIF es un productor público de medicamentos. La provincia es su propietaria y produce el 94 % de las unidades farmacológicas que Santa Fe aporta para la atención primaria de la salud. Tiene 60 años de existencia y un desarrollo muy interesante en los últimos años.-