El Teniente Coronel Álvaro José Cornejo Diez, director de la institución, brindó precisiones de los pasos a seguir por la comunidad educativa tras el trágico suceso en donde murió el chofer de una traffic que trasladaba cadetes, de los cuales cuatro fueron agredidos con arma blanca.
El Liceo Militar General Belgrano de la ciudad de Santa Fe convocó para este lunes a una reunión de padres y definirá las medida tras el violento episodio protagonizado por un ex cadete, que el pasado viernes atacó a un grupo de menores y mató al chofer de la trafic que los trasladaba hacia San Javier.
En diálogo con El Litoral, el Teniente Coronel Álvaro José Cornejo Diez, director de la institución, aclaró cuál era la relación del imputado con el Liceo, comentó los pasos a seguir y aseguró: «Esto era impensable».
-¿Cuál era la situación del atacante dentro del Liceo en los últimos tiempos?
-El atacante estaba totalmente desvinculado del Liceo. El año pasado cursaba su último año (6°) y después de regresar de la pandemia y empezar de nuevo con las clases presenciales, fue cuando notamos sus inconductas. Primero pasamos a un régimen de seminternado y en septiembre volvimos, en una situación especial, a un régimen virtual a distancia. El cadete no cumplió con ninguna de las pautas ni las exigencias necesarias para finalizar su año y en diciembre cuando debió presentarse a rendir sus últimas materias, no lo hizo en ninguna oportunidad. Por lo tanto, quedó libre y como no puede repetir porque es sexto año, quedó desvinculado. Nosotros no volvimos a tener ningún contacto, ya que no respondía mails ni el teléfono. El contacto era a través de la madre y no tuvimos más respuesta.
-Cuando ustedes notan este cambio de actitud y en paralelo al régimen especial de cursada que se le aplicó, ¿hubo alguna otra herramienta puesta a disposición o actitud del Liceo para tratar de acompañarlo?
-El cadete tuvo su contención dada por el COE (Centro de Orientación Educativa), a través de un seguimiento progresivo del comportamiento, pero no evidenciaba ningún cambio. Ante la repetición de inconductas, de faltas disciplinarias, de fracasos o fallas en su rendimiento académico, se trabajó en coordinación con la madre para ver distintas estrategias para orientarlo y que logre finalizar sus estudios, pero llegó a un punto en el que la negativa del cadete hacia la madre y hacia la institución fue absoluta.
-¿Cómo sigue la comunidad educativa del Liceo Militar?
-El lunes a la mañana nos vamos a juntar con el equipo de salud mental de la provincia, que gentilmente se puso a disposición nuestra para colaborar. Después de la reunión en la que vamos a definir un programa que estamos elaborando, voy a tener un encuentro a las 11 con los profesores para explicarles cuál va a hacer la metodología de trabajo y a las 11.30 vamos a realizar una reunión con todos los padres, donde les vamos a explicar las distintas estrategias que vamos a plantear. Te puedo adelantar algo que no está definido pero sí en proceso: tenemos intenciones de proyectar una línea de tiempo durante tres o cuatro semanas en las que se les dé distintas alternativas a los alumnos y cadetes para cursar. Por ejemplo, aquel que necesite una contención familiar mayor, podrá no venir y vamos a establecer clases virtuales. Aquellos que quieran venir part-time, de acuerdo a la situación, podrán hacerlo en clases presenciales y cuando se retiren a sus domicilios seguirán estudiando en un sistema de auto preparación. Y los que estén en condiciones de cursar, lo harán con profesores como habitualmente se hace. Creemos que esto, con algún ajuste menor, puede llegar a funcionar. Tenemos que pensar que de la totalidad de la matricula, cada chico tendrá una situación distinta a ser atendida.
-¿Cuántos chicos tiene la secundaria?
-Son aproximadamente 240 alumnos.
-Entiendo que también ha generado preocupación el futuro del hermano del atacante, que sigue vinculado al Liceo Militar con muy buenas referencias académicas y personales. ¿Cuál es su situación?, ¿en las últimas horas han tenido comunicación con él o la madre?
-Con la madre no hemos logrado tener comunicación, hemos hecho algunos intentos telefónicos pero sin respuesta. Me imagino que estará pasando algunos momentos complejos, obviamente. Le vamos a dar el tiempo necesario y estamos a disposición para llevarle tranquilidad. Nosotros tenemos 11 chicos para atender, los 10 de la combi y el hermano del agresor. Vamos a trabajar con la misma contemplación, cuidado y esmero.
-¿Esperaron que en algún momento pase algo de estas características?
-No, esto era impensable. Por lo menos en mi cabeza, no cabía de ninguna manera. Semejante magnitud de daño, no. Sabemos que hay un antes y un después, nada va a ser lo mismo. Pero vamos a tener que trabajar para recuperar la normalidad y rezar por el conductor de la combi que tuvo ese fatídico destino y desenlace indeseable, impensado y que seguramente dejó a una familia lastimada.