Fueron detenidos el 21 luego de que en un allanamiento en la dependencia policial se encontraran con celulares, televisores, computadoras y hasta una consola de juegos.
Tras un acuerdo de las partes, el juez de la Investigación Penal Preparatoria Leandro Lazzarini ordenó que el jefe y el subjefe de la Comisaría 25 de barrio El Pozo recuperaran su libertad. El proceso judicial continuará con los imputados sujetos a medidas alternativas a la prisión preventiva, que incluyeron el pago de una fianza.
El fiscal Ezequiel Hernández imputó el pasado sábado a Adrián Gaspari, jefe de la dependencia, y Alejandro Salamanca, subjefe, como coautores de «cohecho pasivo en concurso ideal con omisión de los deberes de funcionario público» y «peculado».
A Salamanca también se le atribuyó el delito de «extorsión en concurso ideal con amenazas coaccionantes, encubrimiento calificado por ser cometido por funcionarios públicos con fines de lucro en concurso real con falsedad ideológica en instrumento público».
Este lunes al mediodía la jefa de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Complejos, Mariela Jiménez, expresó en audiencia que se llegó a un acuerdo con el defensor público Mario Guedes -por Gaspari- y el abogado particular Luis Hilbert -por Salamanca-. Los agentes recuperaron su libertad tras la imposición de medidas como: la designación de un guardador, la obligación de presentarse periódicamente en sede del Ministerio Público de la Acusación, la prohibición de tener contacto con el personal de la Comisaría 25a y con familiares de los policías alojados allí, y una caución de $ 180.000.
Privilegios entre policías
Los policías fueron detenidos la noche del 21 de enero, luego de que el personal de Asuntos Internos allanara la Comisaría de barrio El Pozo, Alejandro Greca 1133, donde prestaban funciones. El día anterior, una víctima de abuso sexual denunció que su agresor -que se encuentra en prisión preventiva- la había contactado telefónicamente.
Fue este aviso el que llevó a los investigadores a irrumpir en la dependencia policial con el objetivo de inspeccionar una celda en particular, en la que se encontraban alojados 5 hombres. Cuatro de ellos eran funcionarios policiales que transitan distintas causas penales.
En la celda había una consola de juegos de video marca Xbox con sus respectivos mandos y juegos, dos televisores, seis teléfonos celulares, una notebook, dos netbooks y dos tablets. Estos objetos habrían ingresado a la comisaría tras el pago al jefe y al subjefe del lugar.
Inocencia
Al finalizar la audiencia en al que se les concedió la libertad a los policías, el defensor de Salamanca, Luis Hilbert, sostuvo la inocencia de su cliente: «No se ha podido a esta altura de la investigación probar que él haya participado, que haya dejado pasar ciertas cosas, dado algún privilegio o beneficio, ni que haya cobrado algún tipo de dinero».
Fuente: El Litoral