El gobernador texano y el alcalde de Houston ancitiparon que la situación va a empeorar y calcularon los daños en millones de dólares. Galería
Con el cierre de dos aeropuertos, la evacuación de un importante hospital y sus principales vías cortadas, Houston, la principal ciudad de Texas, sucumbía este domingo a las inundaciones sin precedentes causadas por la tormenta Harvey, que deja al menos tres muertos.
«Este fenómeno no tiene precedentes y la totalidad de su impacto es aún desconocida y puede ir más allá de todo lo ya experimentado», escribió en Twitter el Servicio meteorológico nacional (NWS), que había advertido que la amenaza de inundaciones «catastróficas» y «potencialmente mortales» persistirá varios días.
«La situación es grave y va a empeorar», advirtió el gobernador de Texas, Greg Abbott, ante la cadena Fox News, asegurando que los daños ascienden a «miles de millones de dólares». «Aunque haya algo de calma hoy, no piensen que la tempestad ha terminado», dijo por su lado el alcalde de Houston, Sylvester Turner, llamando a los 2,3 millones de habitantes de la ciudad a quedarse en casa y evitar las calles que pueden convertirse en ríos.
Los servicios de emergencia enviaron un mensaje muy claro: «Si está huyendo de una inundación, no se quede en el ático como último recurso. Si los pisos más altos de su edificio se vuelven peligrosos… suba al techo»