Taylor Swift sabe que el mundo la escucha. Después del primer debate presidencial, la artista hizo público su apoyo a la candidata demócrata y llamó a sus seguidores a registrarse para votar. Pero esta no es la primera vez que lo hace. La autora de “The Tortured Poets Department” ha disparado en reiteradas ocasiones las búsquedas e inscripciones para poder sufragar. Cómo es la relación de Swift con la política y por qué Donald Trump busca hostigarla.
Taylor Swift sabe que el mundo la escucha. No sólo su música, sino también lo que ella piensa. Consciente de su éxito y del efecto que genera, la artista ha elegido expresar sus opiniones políticas y ha causado en distintos momentos un incremento en el registro de votantes para las elecciones de Estados Unidos. Así, en medio de una pausa en su extensa gira The Eras Tour, Taylor hizo lo suyo: publicó su apoyo a la candidata presidencial demócrata Kamala Harris y, una vez más, llamó a sus seguidores a informarse y registrarse para ir a las urnas el próximo 5 de noviembre.
Hasta el momento, solo hay cifras de Google del «efecto Swift» con búsquedas que se dispararon de usuarios que querían saber cómo registrarse para votar inmediatamente después de este último posteo de la cantante. Este fervor no es un fenómeno nuevo.
En septiembre de 2023, la cantante publicó un mensaje en su cuenta de Instagram: “He sido muy afortunada de ver a muchos de ustedes en mis shows de EE.UU. Escuché cómo levantan sus voces y sé lo poderosas que son. Asegúrense de estar listos para usarlas en las elecciones de este año”. Y dejó el link de Vote.org, una organización sin fines de lucro y apartidaria para registrarse y obtener información sobre los comicios.
El efecto fue inmediato: una hora después de la publicación de Swift, Vote.org informó que más de 35 mil personas se habían registrado para votar y que la actividad en el sitio había incrementado en un 1,226 por ciento.
Swift vs. Trump
En su posteo de este martes, la artista remarcó que desde la campaña de Donald Trump habían utilizado en cuentas oficiales videos creados con inteligencia artificial en los que una falsa Taylor decía que iba a apoyar al magnate republicano. Cuando quedó en evidencia que el video era fake, Trump se lavó las manos y argumentó que “otra persona lo había hecho”.
Y ahora, con Swift abiertamente respaldando a Harris, el empresario intentó restarle importancia. “Ella es una persona muy liberal -describió en una entrevista post debate.- Parece que siempre apoya a un demócrata y seguramente vaya a pagar el precio en el mercado”. También dijo que le caía más simpática Brittany Mahomes, la pareja de otro jugador de los Kansas City Chiefs, el equipo en el que juega Travis Kelce, novio de la artista.
Incluso durante su presidencia, Trump ya había menospreciado a Swift en otras ocasiones, pero es evidente que el mercado no la ha castigado. Todo lo contrario. Como ha hecho siempre, Taylor tomó los insultos y la adversidad para convertirlos en himnos que se cantan en estadios, como es “You need to calm down” (2019), dedicada al expresidente, u “Only the young” (2020), sobre los tiroteos en las escuelas estadounidenses donde hay “un gran hombre malo” que “no va a cambiar esto”.
La cantante también eligió responderle a Trump en medio de la represión policial que se desató a partir de las movilizaciones que exigían justicia por el asesinato de George Floyd.
«Después de alimentar el fuego de la supremacía blanca durante toda tu presidencia, ¿todavía tenés el descaro de fingir superioridad moral para amenazar con más violencia? ¿¿¿’Cuando empiezan los saqueos comienzan los disparos???’ No te votaremos en noviembre», escribió. Tiempo después, apoyó la candidatura de Joe Biden.
Miss Americana se mete en política
Durante buena parte de su carrera, Taylor había preferido no expresar sus opiniones políticas de forma pública. Ni en Twitter, ni en sus canciones. Como mostró en su documental para Netflix Miss Americana (2020), en el universo de la música country del que proviene ya existía un caso que le mostraba qué podía pasar con las artistas mujeres que osaban abrir la boca para decir lo que pensaban.
En marzo de 2003, días antes de la invasión estadounidense a Irak, las Dixie Chicks, una banda femenina que estaba en su apogeo y seguía en ventas a Destiny’s Child -el trío que integraba Beyoncé-, dijeron que se sentían “avergonzadas de que el presidente (George W.) Bush sea de Texas”, su estado natal. La violenta cancelación del grupo orquestada por el lobby conservador incluyó organizar quemas públicas de los discos de la banda.
Pero incluso con esa narrativa admonitoria, Swift decidió que ya no podía quedarse callada. En 2018, en las elecciones legislativas, la cantante escribió un texto en el que dijo que iba a votar a los candidatos demócratas de Tennessee y por qué no apoyaba a la republicana trumpista Marsha Blackburn. Y explicó que aunque quería votar para que las mujeres accedieran a cargos políticos, Blackburn había votado en contra del pago igualitario a las mujeres y de leyes contra la violencia de género, que defendía que los negocios puedan rechazar a parejas homosexuales y que estaba en contra del matrimonio igualitario. El cartón antiderechos lleno.
Taylor remarcó la importancia que tienen para ella los derechos humanos; los derechos de las mujeres, de la población LGBTIQ+; de estar en contra de toda forma de discriminación. “Por favor, por favor, informate sobre los candidatos que se presentan en tu estado y votá en base a quien representa mejor tus valores”, pidió y llamó a quienes hubieran cumplido los 18 años a que se registraran para votar.
Esa vez, Vote.org informó que casi 65 mil personas se registraron para votar en las 24 horas siguientes al posteo de Swift.
Childless Cat Lady
Aunque en 2018 Blackburn se impuso con el 54,7 por ciento de los votos en Tennessee, en todas las elecciones Swift no ha dejado de alentar a sus seguidores para que ejerzan su derecho al voto. Aprendió que los tiempos habían cambiado y que ella misma tenía el poder para hacer la diferencia con su arte y también con su humor.
Este año, el candidato a vice de Trump, J. D. Vance, atacó a Kamala Harris y otras demócratas como Alexandria Ocasio Cortés argumentando que el partido estaba conducido por “childless cat ladies”, mujeres sin hijos y con gatos que son «muy amargadas». Vance ya había promovido que las personas sin hijos pagaran más impuestos y que tengan menos derechos a la hora de votar.
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