La presidenta brasileña Dilma Rousseff fue reelegida para dirigir para un segundo mandato en el quinto país más grande del mundo, tras una reñida contienda y una campaña hostil y llena de altibajos.
La representante del izquierdista Partido de los Trabajadores derrotó al aspirante de la oposición Aécio Neves, candidato del Partido de la Social Democracia.
Los resultados oficiales publicados por el Tribunal Superior Electoral indicarno que Rousseff ganó con el 51,64% de los votos, mientras que Neves obtuvo un 48,36% de los sufragios, escrutado más de 99 por ciento de las mesas.
La victoria de Rousseff extenderá el poder del Partido de los Trabajadores, que ha ocupado la presidencia desde 2003.
En la última década los gobiernos auspiciaron programas sociales que ayudaron a sacar a millones de brasileños de la pobreza y robustecieron la clase media.
La elección arrojó los resultados más cercanos desde el retorno de la democracia a Brasil después del fin de la dictadura militar en 1985. Hace tres semanas, los dos resultaron en primero y segundo lugar en los comicios de primera vuelta.
Rousseff apostó a que la gratitud de los brasileños por un decenio de progreso podría más que sus temores ante un escenario económico incierto. Neves aseguraba que de ganar las elecciones presidenciales mantendría todos los programas sociales.
Ambos llegaron casi empatados al final de una campaña enconada y llena de altibajos.
Los que apoyaron a Rousseff afirmaron que sólo ella continuaría con los compromisos sociales que beneficiaron a los pobres. «Nos esforzamos tanto para mejorar la vida de las personas que no vamos a dejar que nada en este mundo, ni la crisis, ni el pesimismo les quite lo que conquistaron», dijo Rousseff antes de votar en la ciudad de Porto Alegre. «Brasil ha cambiado para mejorar la vida de las personas».
La contienda fue candente e impredecible. Rumbo a los comicios de primera vuelta, un accidente aéreo que mató a un candidato lanzó a la sucesora Marina Silva por momentos al primer lugar en sondeos. Luego los resultados de la primera ronda de Neves, senador y ex gobernador del Estado de Minas Gerais, sorprendieron y unificaron a la oposición.
La división entre los dos candidatos fue clara en las últimas tres semanas de la campaña. Analistas dicen que la elección presentó un dilema de escoger darle continuidad a programas de inclusión social con Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), o abrir paso a un nuevo proyecto macroeconómico favorable al mercado para alentar el crecimiento con Neves, del Partido de la Social Democracia.
Durante la última década, el PT encabezó una profunda transformación en Brasil al ampliar programas de bienestar social que ayudaron a sacar a 40 millones de personas a escalar de la pobreza a la clase media.
Sin embargo, en los últimos cuatro años, bajo el gobierno de Rousseff, el país padeció un crecimiento económico débil y entró en recesión.
Luego Neves recibió críticas por un escándalo de corrupción dentro de la petrolera paraestatal Petrobras donde un ex ejecutivo involucrado testificó que el PT recibió dinero por sobornos. Rousseff niega haber conocido del esquema y repitió constantemente a los brasileños que votar por Neves sería un «retroceso» a la era en que Brasil registraba altos índices de inflación y desempleo.
El PSB ganó en Brasilia y Pezão reelecto en Río
El Partido Socialista Brasileño (PSB), con apoyo del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), se alzó con la Gobernación del distrito federal de Brasilia, en tanto el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado del Partido de los Trabajadores (PT), ganó los Estados de Rio de Janeiro y Rio Grande do Sul, según datos oficiales.
En Brasilia, con el 100 por ciento del escrutinio cumplido, el senador Rodrigo Rollemberg alcanzó el 55,56% de los votos válidos, contra 44,44 por ciento del conservador Jofran Freijat.
Rollemberg -que contó con el apoyo del candidato presidencial del PSDB, Aécio Neves, y de la ex candidata extrapartidaria del PSB, Marina Silva- sucederá en el cargo a Agnelo Queiroz, del PT, que aspiraba a ser reelecto pero quedó fuera de carrera en la primera vuelta.
En Río de Janeiro, escrutados todos los sufragios, fue reelecto Luiz Fernando Pezão con 55,78 por ciento de los votos contra 44,22 por ciento de Marcelo Crivella, del Partido Republicano Brasileño (PRB).
En Rio Grande do Sul, ya con tendencia irreversible, José Ivo Sartori obtenía 61,21 por ciento de los votos contra 38,79 por ciento del actual gobernador, Tarso Genro, del PT.