En su discurso de despedida frente a una multitud congregada en Plaza de Mayo, la Presidenta saliente criticó el fallo judicial que estableció el final de su mandato para esta medianoche.
Fiel a su estilo, Cristina Kirchner se despidió del poder con un discurso fuertemente confrontativo en el que criticó el fallo judicial que estableció el fin de su mandato para esta medianoche.
“La verdad que he visto muchas medidas cautelares, contra la ley de medios, contra decretos del Poder Ejecutivo pero en mi vida pensé que iba a ver un presidente cautelar durante doce horas en mi país”, expresó frente a una multitud que se congregó en Plaza de Mayo para despedirla.
La Presidenta saliente criticó las “persecuciones y hostigamientos permanentes del ‘partido judicial’” y afirmó que “con este estado de las cosas todos los argentinos estamos un poco en libertad condicional”.
“Miren que no puedo hablar mucho porque a las doce me convierto en calabaza”, ironizó a propósito del fin de su mandato, establecido en el fallo judicial.
Cristina dijo que “me hubiera gustado poder entregar el gobierno en el Congreso, los atributos del mando ante la Asamblea Legislativa”, tras lo cual recordó que fue legisladora nacional desde 1995. “Me dolió, no nos merecíamos así”, afirmó.
Los seguidores K cantaron contra el presidente electo: “Oh, Macri sos cagón”, y “Procesado”, por la causa que afrontó el ya ex jefe de Gobierno porteño por escuchas ilegales.
Cristina Kirchner, que deja un país de entre 12 a 14 millones de personas en la pobreza, una economía estancada hace cuatro años y casi sin reservas el Banco Central, fue fiel a su relato de estos años, enumerando “logros” de su gestión y apeló incluso a las cifras del Indec para sostener que la desocupación está en su punto más bajo, el 5,4%.
Tuvo un párrafo para el gobierno que llega: «Quienes asumen por imperio de la voluntad popular, quiero decirles que yo espero y le pido a Dios que dentro de cuatro años quien tiene la responsabilidad de conducir los destinos de la patria pueda decir frente a una Plaza como esta que también puede mirarlos a los ojos».
En el final, casi con la voz quebrada sostuvo que «lo más grande que le he dado al pueblo argentino es el empoderamiento popular, de las libertades, de los derechos. Gracias por tanta felicidad, por tanto amor, siempre voy a estar junto a ustedes», se despidió. Las máquinas lanzaron papel picado y su nuera Rocío García con su nieto a upa, y su hijo Máximo, fueron los primeros que se acercaron para abrazarla.