A casi cuatro años del crimen del jefe de la banda de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, se inició un juicio oral que tiene a cuatro imputados en el banquillo y que están acusados por la Fiscalía de formar una banda contraria a los Cantero, y se los ubicó en distintos roles. Desde instigador del homicidio hasta partícipe secundario, aunque en este último caso, “Popito”, como se conoce a uno de los encausados, quedó fuera de la acusación por homicidio y enfrentará juicio por tenencia de arma de fuego de uso civil y de guerra. La Fiscalía, a cargo de Cristina Herrera y Enrique Paz, apuntó hacia un homicidio calificado, que tiene una pena perpetua, aunque prefirió evitar adelantar el pedido de sanción. Por su parte, las defensas cuestionaron las variaciones en las distintas calificaciones que les adjudicaron a sus pupilos durante el trámite y la falta de prueba en cuanto a la responsabilidad de los enjuiciados. Los acusados se desvincularon del crimen y contaron las consecuencias que les trajo quedar “pegados” en esta causa. La tarea de dirigir el debate, quedó en manos de un tribunal a cargo de Julio Kesuani en la presidencia, María Isabel Más Varela e Ismael Manfrín. La segunda jornada continuará este martes con los testimonios de uniformados que tuvieron intervención en el caso.
Con una fuerte custodia policial se inició el juicio oral cuyos imputados, Luis Orlando “Pollo” Bassi, Facundo Nicolás “Macaco” Muñoz, Milton Emanuel Damario y Osvaldo Maximiliano “Popito” Zalazar, transitaron la primera jornada con chalecos antibalas. Prácticamente sin familiares en la sala, el juez Kesuani dio inicio al juicio oral que tramitó en el sistema conclusional. La postura fiscal fue expuesta por Herrera, no sin antes discutir la situación de Popito. Su defensora oficial, Graciela San Miguel, sostuvo que, en cuanto a la muerte de Cantero, su cliente contaba con una falta de mérito desde junio de 2014 y a pesar de su pedido de sobreseimiento, ello no se resolvió.
La última noche del Pájaro
El tribunal dispuso que se inicien los alegatos de apertura para luego zanjar esa cuestión. Herrera describió la noche que pasó Claudio Cantero aquel 26 de mayo de 2013, cuando a las 5.30 encontró la muerte a unos 50 metros del boliche Infinity Night, en Villa Gobernador Gálvez. Según explicó, Cantero tuvo una larga noche. Estuvo en una estación de servicio de Arijón y Moreno con amigos, y luego fueron al boliche Yamper, en Ovidio Lagos al 4500, donde bebieron mucho champagne y vodka. Al irse, le regalaron un vaso de whisky que se llevó del lugar.
Junto a Eric P. y Jesús G, dos pibes de 19 años, se subieron al auto de Cantero y Lisandro Mena le pidió compartir el viaje y se subió al auto. Según la fiscal, tomando whisky y a alta velocidad el Pájaro llegó hasta Infinity Night donde no pudo estacionar en la puerta. Había algunos cajones vacíos cruzados en el lugar. Entonces, detuvo el coche sobre una explanada, a unos 50 metros del local y junto a Mena orinaban contra la pared cuando los sorprendieron las balas.
Para Herrera el crimen fue preordenado y aprovechando que Cantero estaba distraído y alcoholizado, desde una camioneta Ford Eco sport gris abrieron fuego. Afirmó que hubo entre 8 y 20 disparos cuyas vainas quedaron sobre el asfalto y los rastros de los proyectiles en la pared. Uno de esos balazos atravesó el corazón del Pájaro y no lograron salvar su vida. Mena y Jesús también fueron heridos.
Sostuvo que Damario y Macaco fueron los tiradores y estaban acompañados por otras dos personas que no fueron identificadas. Para la Fiscalía el objetivo era matar a un Cantero y afirmó que fue Bassi quien instigó el crimen.
Y lo ubicó en la cabeza de una banda a la que pertenecían los otros tres imputados y otros muchachos: Copi, Maxi C., tTetón, Jerry, Enzo C., citó. Herrera dijo que había una lucha territorial y el crimen tuvo un móvil específico y determinado. Finalmente se refirió a la enorme ola de violencia que se generó después, donde resultaron asesinados el dueño del boliche, parte de la familia Bassi, los padres de Damario y Macaco, parte de la familia de Milton Cesar y de Oscar “Piqui” Aguirre, el encargado de explotar el boliche.
Al pasar, la funcionaria, sumó un pedido de declaración de Luis Paz, padre del Fantasma Paz, asesinado en septiembre de 2012, por su probable participación en el hecho. Este muchacho era hermano de Mercedes Paz, pareja de Cantero, y fue uno de los principales testigos de la causa por asociación ilícita que tiene a varios integrantes de la familia Cantero y allegados tras las rejas.
En cuanto a Popito Zalazar, Herrera lo imputó de tenencia de armas. La fiscal amplió la acusación a una participación secundaria en el crimen, la Fiscalía le achacó que era quien aguantaba las armas que usaba el grupo. La fiscal concluyó que a Cantero lo mataron a traición en un ataque que se perpetró con alevosía, haciéndolo sin riesgo para los atacantes. “No había posibilidad para Cantero entre el auto y la pared” afirmó.
Defensas en pie de guerra
Los defensores Fernando Sirio por Bassi, Hilda Knaeblein y Claudia Burgos por Damario y Jorge Funes por Muñoz coincidieron en la estrategia. Luego de hacer una referencia a la vida de sus defendidos y a las tragedias que los atravesaron – Bassi perdió a dos de sus hermanos y a su padre violentamente mientras que a Muñoz y Damario les mataron a sus padres – al quedar involucrados en esta causa, afirmaron que la acusación fiscal tuvo idas y vueltas lo que vulnera el derecho de defensa de sus pupilos. Imputados por homicidio simple agravado por el uso de arma, procesados por homicidio calificado por la participación de dos o más personas, y luego acusados por homicidio calificado con premeditación y alevosía, para finalmente acusar en el juicio oral por el último calificante, generando una indefensión en sus pupilos.
“No aparece la pre ordenación ni la instigación”, sostuvo Sirio y afirmó que la Fiscalía no habla de los motivos. No se acreditó la existencia de una banda a cargo de Bassi, ni sus presuntos integrantes, los que no fueron citados al juicio. Aseguró que Milton César fue vinculado desde el inicio y sin embargo hoy está desvinculado y perdió la mitad de su familia como su cliente, “por eso Bassi no es culpable”, afirmó.
El abogado sostuvo que no se investigaron otras hipótesis de primera línea como un informe que hizo el jefe de la PDI que sostiene la necesidad de seguir la línea que involucraba a Luis Paz, donde afirma que a raíz de la muerte del Fantasma Paz, se produce un espiral de venganza contra Cantero impulsado por Luis Paz, donde Bassi sería ajeno, refirió.
A lo que Funes sumó que la Fiscalía genera confusión. Es notorio que violó el principio de objetividad, afirmó. “Existe un orden de un comisario político que dijo qué hechos investigar y cuáles n0 no”. Y agregó que no se discute la forma en la que murió Cantero, sino la participación de los imputados. Mientras que Knaeblein habló de un relato novelesco y mediático de la Fiscalía, habló de múltiples persecuciones a su cliente y la pérdida de su padre.
Sostuvo que este caso tiene 20 cuerpos y se han incorporado escuchas de otras causas, incluso en algunos casos hasta 4 veces. Afirmó que no existe elemento de prueba suficiente que indique con claridad y contundencia la autoría de su cliente y afirmó que es lamentable que días antes del juicio se cite a Enzo C., Maxi C. y Jerry – en alusión a una citación a indagatoria – ampliando la duda cuando esa información estaba en el tercer cuerpo del expediente desde el 2013.
Popito
La defensora San Miguel no dio tregua con su planteo, cuestionó duramente que tras una falta de mérito en 2014 la fiscal amplíe la acusación en el primer día del juicio, por una supuesta participación en el crimen. Sostuvo que al no pedirlo en la requisitoria, le coartó la posibilidad de contestarlo pero más grave aún es que no pudo producir prueba al respecto. Afirmó que ello le genera un perjuicio irreparable a su cliente. A lo que el tribunal hizo lugar y desechó la acusación por homicidio en carácter de partícipe secundario. Ahora Zalazar estará en el juicio por tenencia de armas.
En su defensa, Zalazar afirmó que nada tiene que ver con el crimen de Cantero y llevarlo a juicio expone a su familia. Sostuvo que vivía con su madre y en el lote había otras casas, y afirmó que en la suya no hubo secuestros de armas. En cuanto a la otra dirección que le achaca la Fiscalía, un departamento de Fonavi en Villa Gobernador Gálvez, sostuvo que lo compró dos meses antes con una indemnización que cobró. Afirmó que en ese lugar no había armas, que no le mostraron orden de allanamiento y que el acta habla de un secuestro de un arma en un bajo mesada, mueble que no había en el lugar.
Acusados
Los otros tres imputados también efectuaron sus descargos. Bassi pidió una justicia imparcial e independiente y no funcional, y dijo que trajeron a juicio a la persona equivocada. Sostuvo que se presentó solo, que fue quien más pruebas aportó y afirmó que no se investigó a las personas que se debía haber investigado y deberían estar sentadas allí en lugar de él. Detalló que nadie lo escuchó y no sabe por qué no se hizo caso a los informes policiales o a los familiares de la víctima que decían quién y porqué.
Por su parte, Muñoz dijo ser inocente y recordó el crimen de su padre; “quiero que se muestre la verdad”, dijo, mientras que Damario afirmó: “Quiero que este calvario termine, van a ser cuatro años detenido. Mataron a mi padre, no hay detenidos. Me tienen detenido en un causa emblemática y soy inocente”.