Los vecinos del barrio santafesino avanzan en la etapa final del salón de usos múltiples. Pretenden que sea el disparador para que estas técnicas sean incorporadas por los gobiernos para la construcción de viviendas
El proyecto de construcción de un salón comunitario para el barrio Coronel Dorrego, realizado con elementos fabricados por jóvenes del barrio, ha completado su primera etapa. Ahora, se dio inicio a la fase de las terminaciones, que tiene como eje la capacitación en revoques y terminaciones sobre muros de tierra a partir de productos comerciales que permitan mantener las propiedades del material utilizado.
El plan cuenta con el apoyo de los gobiernos municipal y provincial, además del acompañamiento de empresas privadas de la ciudad. Una vez finalizado, la Cooperativa Teko (impulsora de esta iniciativa) pretende comparar los resultados de una vivienda sustentable con aquellas tradicionales, construidas con hormigón. En este escenario, pretenden que los Estados consideren como una opción viable y confiable a este tipo de edificaciones.
En diálogo con Diario UNO, uno de los referentes de la cooperativa, Mariano Pautasso, señaló: «Le queremos proponer al Estado la posibilidad de realizar viviendas de bajo costo, viviendas sociales y con materiales sustentables».
Con respecto al trabajo desarrollado en Coronel Dorrego manifestó: «La idea es potenciar la economía social y solidaria y la generación de emprendimientos autogestionados. En principio capacitar a los jóvenes y después constituir pequeñas empresas que trabajen en la lógica de la sustentabilidad».
Pautasso se refirió a los estudios comparativos que realizarán una vez finalizada la obra. «Vamos a comparar desde el punto de vista térmico, el comportamiento de una y otra vivienda para demostrar que existe otra forma de construcción. Además, desde el punto de vista organizacional también es distinto porque no se trata de una empresa privada sino que es con la participación de los vecinos, es otra metodología de trabajo», contó.
A través de la vinculación con la Universidad Tecnológica Nacional van a proceder a tomar las mediciones térmicas y comparar el comportamiento de una vivienda realizada con tierra y otra premoldeada, de hormigón.
Desde Teko reconocen que la sociedad está cambiando los métodos tradicionales de construcción por otros más amigables con el medio ambiente. «Yo creo que a nivel social y cultural hay un cambio en Santa Fe. Ha crecido el interés por repensar las formas de construcción. Tiene que ver también con otro tipo de diseño y la posibilidad de participar de la construcción de la vivienda propia», señaló.
Igualmente, insistió en que el objetivo es lograr que los gobiernos puedan involucrarse con estos mecanismos de trabajo y de edificación. «Este trabajo está siendo observado por el Estado municipal y provincial. Nosotros queremos demostrar que estas viviendas pueden ser mejores que otras propuestas que se realizan en materia de vivienda social», sostuvo.
«Los ejes de trabajo que se propone la cooperativa son dos –contó Pautasso–. Uno está relacionado al punto de vista cultural y ambiental; con proponer otra forma constructiva y volver a algunos saberes y conocimientos que se perdieron. Está vinculado a utilizar los recursos con los que se cuentan en el territorio. Por el otro lado, trabajamos mucho desde la economía social solidaria. Nos parece que la autogestión y el cooperativismo es la forma de ir generando emprendimientos locales para crear oportunidades a personas que se encuentran desempleadas», explicó.
Según comentó al matutino, desde el punto de vista económico una casa de este tipo podría costar un 15 por ciento menos, sin tener en cuenta los beneficios medioambientales y de confort que pueden ofrecer.
Sobre el SUM
Con respecto a los elementos utilizados para levantar el salón de usos múltiples en barrio Coronel Dorrego, Pautasso apuntó: «Utilizamos tierra cruda, como material sustentable, ecológico y térmicamente de mejores prestaciones. Se hicieron bloques de tierra comprimida, son muros de 30 centímetros y el techo de chapa. Ahora estamos con los revoques y las terminaciones. Después vamos a avanzar sobre los cielorrasos».
A partir del acompañamiento de una empresa de la ciudad de Santa Fe que suministró los materiales, ahora el proyecto avanza en intentar una conexión con el sector privado también.
«Lo que estamos haciendo ahora tiene que ver con algo más específico. Estamos probando los productos que hay en el mercado para que al colocarlos, la tierra no pierda sus propiedades y sus beneficios. Una empresa donó todos los materiales para poder hacer esta experiencia», afirmó Mariano Pautasso.
Sobre Teko
La Cooperativa Teko es una cooperativa de trabajo que se formó en el 2009. Está constituida por diferentes profesionales, aunque la mayoría de ellos son arquitectos. «Nos dedicamos al proyecto, desarrollo y construcción de viviendas de bajo impacto ambiental y al trabajo social vinculado a comunidades rurales, aborígenes o urbanas en vulnerabilidad social», indicó.
La cooperativa comenzó en el 2012 a brindar talleres de capacitación en barrio Coronel Dorrego. Los mismos apuntaban a la fabricación de bloques de tierra comprimida. Participaron 25 jóvenes del barrio y el objetivo principal fue lograr la inclusión social de jóvenes.
A los impulsores de la iniciativa les pareció importante materializar una vivienda con los bloques construidos para que de esa forma se pueda visibilizar el trabajo realizado. Fue así que se construyeron tres mil bloques de tierra comprimida para la construcción de este salón de usos múltiples que se levanta en el barrio.
El mismo había sido pensado para continuar con las capacitaciones y la realización de talleres pero su uso se podrá ampliar a toda la comunidad.