Se trata de Gastón Exequiel Eletti, de 45 años, quien deberá cumplir siete años y nueve meses de prisión que surgieron de la unificación con otra condena anterior. Además, fue inhabilitado para ejercer cargos públicos y se le ordenó pagar una multa. La pena también se le impuso porque pidió dádivas valiéndose de su puesto en la fuerza de seguridad y, en dos oportunidades, simuló ser un uniformado de mayor jerarquía para obtener bienes sin pagar. La investigación estuvo a cargo del fiscal Ezequiel Hernández.
Un exsubjefe policial de 45 años, identificado como Gastón Exequiel Eletti, fue condenado por haber aprehendido ilegítimamente a un hombre en 2019 en la ciudad de Santa Fe. Luego de privarlo de su libertad, lo trasladó a una comisaría y pidió dinero a cambio de dejarlo ir.
A Eletti se le impusieron siete años y nueve meses de prisión, monto que resultó de la unificación con un antecedente penal condenatorio. Además, se lo inhabilitó para ejercer cargos públicos por ese mismo plazo, y se le ordenó pagar una multa de 150.000 pesos.
La sentencia fue dispuesta por la jueza Susana Luna, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que se desarrolló en los tribunales de la capital provincial. Por su parte, el fiscal que llevó adelante la investigación es Ezequiel Hernández, quien integra la Unidad Fiscal Especial de Delitos Complejos de la Fiscalía Regional 1.
El funcionario del MPA destacó que «en sus fundamentos, la magistrada se explayó en relación a los daños que conductas delictivas como las juzgadas producen a la institución policial y a sus integrantes». A su vez, precisó que «la jueza valoró favorablemente el trabajo que realizamos desde la Fiscalía para esclarecer lo sucedido».
De madrugada
Hernández indicó que «durante la madrugada del domingo 23 de junio de 2019, el condenado llevó a cabo su accionar ilícito mientras prestaba servicios como subjefe de la
comisaría número 26 de la Unidad Regional I (URI) en el interior de un boliche que funcionaba sobre la avenida Gorriti al 3.900″.
«Sin orden fiscal y sin ningún motivo que lo justificara, Eletti aprehendió a un hombre que estaba en el local bailable y lo trasladó hasta la seccional en la que él trabajaba», expuso el representante del MPA.
Asimismo, señaló que «una vez en la dependencia policial, el condenado le aseguró a una allegada a la víctima que si le daba 10.000 pesos él liberaría a la persona aprehendida», y aclaró que «la mujer no contaba con esa suma de dinero, por lo que no se concretó el objetivo del uniformado».
Por otro lado, planteó que «durante esa misma madrugada, Eletti insertó declaraciones falsas en el acta de procedimiento, a fin de procurar su impunidad por los delitos que había cometido».
Dádivas
El fiscal refirió que «el exsubjefe policial también fue condenado porque en 2019 solicitó dádivas valiéndose de su puesto en la fuerza de seguridad provincial». Al respecto, expuso que «en una ocasión, se comunicó desde su teléfono celular con una empresa que comercializa gas envasado, simuló ser el jefe de la comisaría Quinta de la URI y gestionó que le entregaran de manera gratuita una garrafa de 10 kilogramos».
«Momentos después, fingió ser el mismo funcionario jerárquico ante un local gastronómico al que solicitó alimentos que también obtuvo sin pagar», relató Hernández. «Además, se comunicó con otro comedor e hizo un pedido para cinco empleados policiales», afirmó y agregó que «en esa oportunidad, se identificó con su nombre y cargo reales».
El representante del MPA resaltó que «en el marco de la investigación, se realizaron interceptaciones telefónicas en las que se escuchan de manera clara las conversaciones que Eletti mantuvo con las personas a las que contactó con la intención de recibir dádivas». Además, explicitó que «hay registros de los dispositivos de geolocalización de móviles policiales en los que el condenado se trasladó para retirar la comida», y subrayó que «la jueza hizo hincapié en el descrédito institucional que implicó esa actividad delictiva».
Responsabilidad penal
Eletti reconoció su responsabilidad penal como autor de privación ilegal de la libertad por abuso funcional; exacciones ilegales –en tres oportunidades, consumadas y en una, en grado de tentativa–, y falsedad ideológica en instrumento público calificada (por haber sido cometida por un funcionario público con abuso en sus funciones).
La Defensa aceptó la atribución delictiva propuesta por la Fiscalía, la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio.
En cuanto a las víctimas, fueron notificadas sobre lo resuelto y manifestaron su conformidad.