El oficialismo consiguió más de dos tercios de los votos en el Senado para la ley que habilita el pago a los fondos buitre y autoriza a emitir deuda, El kirchnerismo votó dividido.
En la Cámara de Senadores, el territorio que en los papeles asomaba como el más hostil para la administración macrista, el oficialismo logró esta madrugada la aprobación con extrema holgura de la ley que permitirá cerrar el acuerdo con los fondos buitre. Además de la sanción misma de la iniciativa, el Gobierno saboreó un avasallante triunfo político: el proyecto cosechó 54 votos a favor, es decir más de dos tercios de la Cámara alta. Por el rechazo votaron sólo 16 senadores.
Desde lo legal, semejante volumen de votos era innecesario debido a que con mayoría simple, es decir 37 votos, el proyecto también sería ley. Para la estrategia de la Casa Rosada ese resultado era insuficiente. Como si se tratase de un aval a sus negociaciones con los holdouts, el oficialismo buscó y obtuvo el apoyo de la inmensa mayoría de los senadores.
La votación fue a la 1 de hoy y después de más de 13 horas de debate. La votación fue seguida en el propio Senado por los ministros Alfonso Prat Gay y Rogelio Frigerio.
La estrategia del oficialismo fue exitosa gracias a que el Frente para la Victoria votó dividido. De sus 43 miembros y aliados, 16 rechazaron la iniciativa. Esos fueron los únicos votos en contra que recibió la ley. El otro que pudo cantar victoria anoche fue Miguel Pichetto, jefe de la bancada del FpV: pese a las criticas que recibió del kirchnerismo duro, logró que solo un sector minoritario de su bloque rechazase la ley.
«Nuestro bloque va a votar con un ejercicio de libertad individual. Yo lo voy a hacer por la afirmativa, considero fundamental resolver esta cuestión que está pendiente. Hacer un aporte pensando en el país», dijo Pichetto durante su discurso de cierre del debate. Dirigiéndose a las autoridades del oficialismo, el rionegrino arremetió contra el procurador del Tesoro, Carlos Balbín: «Pídanle la renuncia. El Gobierno necesita gente valiente».
Federico Pinedo, principal espada del oficialismo en la Cámara alta, celebró la sanción de la ley: «Va a ser muy importante en la confrontación con los fondos buitre. Que quede claro con esta votación que la Argentina es cumplidora y va a honrar sus obligaciones y merece ser sujeto de credito como cualquier país serio». Consultado por cómo habían alcanzado el apoyo de más de dos tercios de la Cámara, Pinedo contestó: «Más allá de las diferencias partidarias, la impresión general es que el acuerdo es serio. Construimos sobre la generación de confianza y humildad».
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Mientras charlaba con Clarín en el Salón Rosado, en el recinto el K Ruperto Godoy daba un intenso discurso en contra de la iniciativa oficial. «No queremos ser una oposición que ponga palos en la rueda, queremos colaborar, pero este proyecto es una claudicación para la Argentina», se plantó el sanjuanino y salió enseguida del recinto. Aún acalorado, se cruzó con Pinedo: «No te calentés tanto, Peto, que te va a hacer mal», lo chicaneó amigablemente el macrista.
La iniciativa oficial básicamente se resume en la derogación de las leyes de Pago Soberano y Cerrojo y en la autorización del Congreso para que el Ejecutivo emita deuda por 12.500 millones de dólares.
El cierre del debate estuvo a cargo de Angel Rozas, jefe del interbloque de Cambiemos. «Estamos en el mejor camino de un arreglo posible y sumamente conveniente. Era difícil, dadas las circunstancias, lograr mejores términos o persistir en el no pago», sostuvo.
Del lado del FpV, hubo una multitud de senadores que justificaron su voto a favor. «El acuerdo es una herramienta que está pidiendo el Presidente para cerrar esta etapa y la sociedad lo ha elegido a él», dijo el santafesino Omar Perotti. Y remató: «Hice campaña con Scioli, y su equipo económico planteaba cerrar el default de la Argentina»
El catamarqueño del FpV Dalmacio Mera argumentó: «Lo que nosotros pensamos como peronistas es que debemos desendeudarnos». Y la santiagueña Ada Itturez de Capellini agregó: «Siento que estoy eligiendo el mal menor, pero también lo hago con la convicción de que primero está la patria».
De los 16 senadores K que planeaban votar en contra, 13 pidieron la palabra durante el debate. Uno de ellos fue el bonaerense Juan Manuel Abal Medina, quien insistió con que tenía dudas sobre la «sustentabilidad jurídica» del acuerdo alcanzado por el Gobierno con los buitres. Abal Medina también repasó que “ni los especialistas ni el procurador del Tesoro pudieron afirmar que los riesgos de litigiosidad» en el futuro fueran nulos.
Además de los 27 senadores del FpV, la iniciativa fue aprobada por los 15 miembros de Cambiemos, los tres del massista UNA, los 7 del Interbloque Federal, el bonaerense Jaime Linares y Carlos Menem.