La ejecución fue ordenada desde la cárcel de Piñero. Hay cuatro personas que fueron imputadas por el homicidio ocurrido a mediados de abril en una calle de la zona oeste.
Tres hombres y una mujer comenzaron a ser imputadas pasado el mediodía de este viernes 14 de mayo como los autores del homicidio de Nicolás “Fino” Ocampo, quien era considerado como una de las personas de máxima confianza del empresario narco Esteban Lindor Alvarado y fue asesinado de 3 disparos cuando llegaba a su casa luego de pasear con su pequeño hijo de 2 años.
El fiscal Luis Schiappa Pietra señaló en la primera parte de la audiencia que desde la Unidad Penal Nº 3 de Piñero, uno de los acusados, identificado como Fabio G., ordenó el ataque contra Ocampo. Para ello, su pareja, Joana B., pagó el trabajo a los ejecutores y también se ocupó de buscar un lugar para guardar el vehículo en el cual se movilizaron y el arma usada para llevar a cabo el crimen.
Los otros dos imputados son Uriel R., alias “Claudio”, y Brian G., alias “Narigón”. El primero fue señalado como quien conducía la moto en la que llegaron y huyeron hace poco más de un mes y su compañero como quien efectuó los tres disparos contra el cuerpo de Ocampo, cuando estaba estacionando su camioneta Toyota Hilux en la puerta de su casa, ubicada en Ocampo al 6600.
Según planteó la Fiscalía, los atacantes pasaron al menos tres veces frente a la vivienda a la espera de la llegada de Ocampo, cuyos movimientos fueron seguidos con anterioridad por otras personas que hasta el momento no están identificadas.
El reparto
La logística del asesinato fue hecha desde la cárcel. Quien estaba tras las rejas, usando teléfonos que poseía en forma indebida, acordó con personas no identificadas hasta el momento el precio por llevar a cabo el asesinato: 270 mil pesos, una moto y un arma.
Además, el fiscal Schiappa Pietra señaló que, tras la ejecución del crimen, la mujer le dio $ 5 mil pesos al autor material del crimen “para que se corte el pelo” y les consiguió los remises para que los lleven a sus casas, y esa misma noche, en el playón de una estación de servicios ubicada en Provincias Unidas y avenida Presidente Perón, le entregó 100 mil pesos al autor de los disparos y $ 60 mil a quien conducía la moto.
El cuarteto fue acusado de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por haber sido cometido por precio o promesa remuneratoria, y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
El crimen del Fino
En plena tarde del 16 de abril, Marcelo Nicolás ’Fino’ Ocampo, señalado como mano derecha del presunto narco Esteban Alvarado, fue asesinado cuando volvía a su casa ubicada en Ocampo al 6600, con su pequeño hijo de menos de dos años, a quien había llevado a dar una vuelta en camioneta para que se durmiera.
Dos sicarios en moto aparecieron minutos antes de las 15:30, se acercaron hasta la camioneta doble cabina de color blanco y uno de ellos efectuó varios disparos que impactaron en el parabrisas delantero.
Ocampo intentó escapar, puso marcha atrás en su camioneta e intentó irse, pero ya estaba mortalmente herido, por lo que chocó un vehículo estacionado, quedó dentro de la camioneta y falleció en pocos minutos.
Tras esto, los sicarios se dieron a la fuga, mientras que vecinos salieron de sus casas y contemplaron la violenta escena. Tras chequear que el herido era “El Fino”, un vecino al que conocían de toda la vida, llamaron al 911.
En pocos minutos llegaron al lugar varios patrulleros y también una ambulancia del Sies. Ocampo no tenía signos vitales, por lo que realizaron trabajos de resucitación cardiopulmonar (RCP) por casi 30 minutos, pero no pudieron salvarle la vida. También fue atendido el niño, quien sufrió algunos cortes menores por la caída de los vidrios del parabrisas.
MIEMBRO DE LA BANDA DE ALVARADO
“El Fino” era considerado un miembro clave en la banda de Esteban Lindor Alvarado. Su nombre tomó estado público hace poco más de dos años, cuando fue detenido en el marco de una investigación tras la balacera contra una vivienda donde residía una empleada del Ministerio Público de la Acusación.
A mediados de 2019, fue imputado por el delito de “amenazas coactivas” y, en un juicio abreviado, fue condenado a 3 años de prisión. En agosto del año pasado salió en libertad condicional y a los pocos días, mientras estaba en su casa bajo el régimen de prisión domiciliaria, desconocidos en moto atacaron a balazos la casa y como prueba de ello un portón recibió al menos 10 impactos de bala. Ante esto, la Justicia dispuso que policías realicen trabajos de protección en esa casa, aunque no quedó claro dónde estaba la custodia al momento del ataque mortal.