“Celis fue el prestamista de la campaña que consagró a Varisco como intendente”
El Tribunal Oral Federal hizo pública la sentencia de condena al ex intendente Sergio Varisco y reafirmó sus vinculaciones con el narcotráfico. Destacó el valor de la declaración de Luciana Lemos, como una “fuente de datos importante” aunque explicita otras pruebas que considera de “mayor jerarquía”. Los defensores tienen diez días hábiles para apelar. El fallo completo.
El Tribunal Oral Federal de Paraná se adelantó un día y un ¡domingo! dio a conocer los fundamentos de la sentencia del juicio que terminó con la condena del ex intendente Sergio Varisco por delitos de narcotráfico.
El 30 de diciembre Varisco fue condenado a seis años y seis meses de prisión y se dispuso su prisión preventiva domiciliaria; también fueron condenados el ex concejal Pablo Hernández y la ex policía Griselda Bordeira; y otros miembros de la organización narcocriminal que encabezaba Daniel Andrés Celis.
El fallo menciona en forma minuciosa un cúmulo de testimonios, documentos, pruebas informativas y periciales que, a criterio de los jueces, “demuestran irrefutablemente” las vinculaciones entre Varisco y la banda de Celis, y el acuerdo que existió para “proporcionar recursos económicos periódicos para que la organización ilícita pueda continuar adquiriendo y comercializando material estupefaciente” aun después de que Celis fuera detenido por actividades de narcotráfico.
Se detallan en la sentencia los vaivenes que tuvo la relación entre Varisco y Celis a lo largo de los años –nació en 2011 y se “reinventó” en 2015–, para concluir que el narcotraficante “fue el prestamista de la campaña 2015 que consagró a Varisco como intendente”. De hecho, Celis admitió haber aportado 1.042.000 pesos y reclamaba 2 millones, sumando intereses y ajuste por inflación.
“La decisión del dirigente político –Varisco en este caso– de celebrar esta clase de acuerdos electorales y de gestión, lleva a colegir no solo un financiamiento normal, sino también su permisividad y complacencia para el ingreso de la droga en los barrios de esta ciudad, pues se repartieron bolsones con comida y bolsitas de droga, que armaba la gente de Daniel Celis, todo en función de conseguir votos”, se consignó en otro funesto párrafo.
A cambio, dice el tribunal, “Celis comandaba la Unidad Municipal 2 en las sombras burocráticas, (porque no ocupó ningún cargo público), pero lo hacía a la luz de su comunidad (…) con su gente ubicada laboralmente en el municipio, cobrando los adicionales o parte de ellos”, y mantenía un reclamo por más contratos para personas allegadas. Incluso el tribunal hizo hincapié en que Celis mantuvo ese control aun después de ser detenido, en agosto de 2016.
“Luce evidente entonces que esta actuación desembozada y pública era ejercida con la anuencia del intendente y a sabiendas de sus funcionarios”, señalaron los jueces Lilia Carnero, Roberto López Arango y Noemí Berros en otro tramo de la sentencia.
Los funcionarios eran Pablo Hernández y Griselda Bordeira, pero también otros “cercanos colaboradores”, que también “conocían la situación en la que estaba imbuido Daniel Celis”.
Sin embargo, tras la caída de Celis, se “reperfiló” el acuerdo inicial y “así lo decidieron libremente los funcionarios municipales imputados, obstinados en seguir ensamblados a Daniel Celis”; y Celis, detenido y golpeado económicamente, “recurrió a sus socios políticos y a su entorno familiar para reorganizar y reestructurar su emprendimiento ilícito”.
Fuente: Página Judicial
