Son grabaciones extraídas del teléfono del ex ministro de Seguridad y otros funcionarios en las que Marcelo Sain realiza graves afirmaciones
Un informe de Canal 3 hizo públicos este viernes una serie de audios en los que el ex ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain, hace polémicas afirmaciones en un grupo de WhatsApp que compartía con funcionarios de su cartera. Los audios son parte de la evidencia reunida contra el ex titular de la cartera en una causa en la que, extrañamente, todavía no recibió ninguna imputación. Sain se desempeña actualmente como asesor del ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández.
Entre las graves afirmaciones que formula ante los funcionarios con los que trabajaba, Sain se burla de los rosarinos e insólitamente dispara: «Que el Guille los recontra cague a tiros». En el contexto de la frase, se sobreentiende que se refiere a Máximo Ariel «Guille» Cantero, el jefe de la banda Los Monos.
Los audios conocidos este viernes al mediodía son parte de un cúmulo impresionante de material probatorio reunido en una causa que llevan adelante dos fiscales de la ciudad de Santa Fe. Son los primeros que trascienden, pero hay muchos más.
De acuerdo a lo que se sabe, los audios fueron extraídos de varios teléfonos celulares incautados a Sain y otros ex funcionarios que trabajaron en su gestión al frente del Ministerio de Seguridad de la provincia. El grupo se autodenominaba «Los magníficos» y en las grabaciones el ex ministro despliega una serie de comentarios que revelan cómo operaba o cómo pretendía operar con personas a las que identificaba como adversarios o enemigos.
En la particular jerga del propio Sain, en esos audios llama «perfilamiento» a una serie de seguimientos por parte del Ministerio de Seguridad que no estaban autorizados por autoridad judicial alguna.
Los teléfonos fueron secuestrados en varios allanamientos y en su momento enviados a Brasil para poder ser desbloqueados. En los audios en cuestión, se escucha a Sain hablar de dirigentes políticos de la oposición e incluso del oficialismo, legisladores, empresarios y periodistas.
En el primero de los audios conocidos este mediodía, Sain habla de Ana Morel, una funcionaria del Ministerio de Economía de la provincia, y dice: «Hay que detenerla y producir un escándalo». No queda claro por qué apunta contra ella y se presume que esa es parte de la investigación de los fiscales santafesinos.
En el segundo audio, Sain se refiere a la detención de una mujer durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus. Allí afirma: «Había una mina paseando el perro. La hicimos detener, la tenemos enjaulada acá con los perros y todo. No van a comer por tres días. La tenemos acá abajo, habilitamos una sala especial. Está llorando y la vamos a dejar llorando 10 o 12 horas, sin comer y sin agua».
El relato alude a una persona a la que se le aplicó el decreto 297 que autorizaba a las autoridades a detener a personas que violaran la cuarentena obligatoria durante la primera parte de la pandemia. Sin embargo, el tono y todo lo que dice Sain sobre el caso debería ser claramente objeto de análisis de la justicia.
En el tercer audio Sain habla de una causa que le inició el fiscal Carlos Arietti por espionaje ilegal. Y allí afirma: «No tengo problemas con eso. ¿Saben cómo va a terminar? Con violencia, porque me gusta a los hijos de puta, cagarlos a trompadas o a otra cosa”.
En el último audio conocido este viernes, apenas la punta de un gran iceberg que amenaza con convertirse en un escándalo de proporciones y alcances impredecibles, Sain se refiere a las repercusiones públicas sobre una afirmación que había hecho sobre los rosarinos cuando se quejan de la grave inseguridad que padecen. Y allí asegura: «Qué maravilla boludo, la mariconeó todo el progresismo putarraco de Rosario cuando yo dije que había que cagarlos a tiros, me encanta boludo. Que el Guille los recontra cague a tiros».
La investigación de estos audios y de otra evidencia sobre espionaje ilegal está a cargo de los fiscales Ezequiel Hernández y Mariela Jiménez, quienes investigan desde hace tiempo a Sain, pero todavía no lo imputaron.