«Pensamos que podrá tener vigencia plena a partir del ciclo 2023», sostuvo la ministra de Educación provincial. La propuesta implica que los alumnos completen su trayectoria escolar obligatoria sin volver a cursar las materias ya aprobadas y que a cambios puedan recuperar contenidos mediante diferentes dispositivos pedagógicos.
«Lo vamos a explicar como lo harían los chicos: no voy a tener que volver a hacer Inglés porque no aprobé Matemática». Con esa frase resumió, Adriana Cantero, la propuesta que el ministerio de Educación de Santa Fe tiene pensada para las escuelas secundarias, informó el Diario El Litoral
La ministra y su equipo presentaron ante las autoridades nacionales que llegaron este lunes a la capital provincial el modelo de «avance continuo», en el que los estudiantes del secundario no se verían obligados a repetir de año por adeudar materias.
«Pensamos que podrá tener vigencia plena a partir del ciclo 2023», sostuvo Cantero, al término del encuentro, acompañada por el secretario de Educación, Víctor Debloc, el subsecretario de Educación Secundaria, Gregorio Vietto. Por parte de la cartera nacional estuvieron presentes Mauro Di María, subsecretario de Gestión Educativa y Romina Campopiano, directora de Educación Secundaria, quienes permanecerán hasta el miércoles en la provincia, visitando escuelas de la región IV y VI donde se realizarán las evaluaciones PISA, en septiembre de este año.
Cantero explicó que la iniciativa pone foco en el cuidado de las trayectorias escolares. «La repitencia por la repitencia misma ha demostrado, en el mundo entero, que no mejora los aprendizajes. Mientras que el desafío a seguir avanzando, construyendo recorridos, que pone en juego la voluntad y el esfuerzo de los chicos en mantener el vínculo con la escuela, da mejores perspectivas de aprendizaje», sostuvo.
«Cambiar la realidad»
En conferencia de prensa, fueron presentadas también una serie de estadísticas del sistema educativo provincial. «El estudio de estos indicadores nos sirven para querer cambiar la realidad», señaló Cantero.
En ese sentido, indicó que el objetivo del modelo de «avance continuo» es fortalecer la matriculación en las secundarias, debido a la preocupación por las altas tasas de repitencia, abandono interanual y sobreedad escolar que se registran en este nivel.
Sostuvo, además, que el «tiempo inédito de pandemia» permitió ensayar nuevos enfoques de enseñanza y evaluación: «Las políticas implementadas desde el 2020 nos muestran una mejora sustantiva en todos los indicadores educativos santafesinos. Esto refleja que el camino tomado fue el acertado y eso es lo que motiva que profundicemos esas líneas».
En esa línea, puntualizó las premisas por las que se regirá el sistema educativo provincial: «Se va a definir como única la trayectoria escolar a transitar en tres niveles. El inicial estará dado por un ingreso temprano asegurado, con fortalecimiento de aprendizajes a través de lo lúdico, lo artístico y la alfabetización inicial. El primario que se definirá con jornada extendida, con fortalecimiento en lengua, matemática y nuevas tecnologías, y que además está transitando la definición de su diseño curricular que es una deuda de hace muchísimos años con este nivel. Y el secundario mediante esta propuesta de avance continuo», precisó.
En la práctica
Cantero despejó algunas de las primeras dudas que surgieron en torno a la implementación del nuevo modelo. «Es parecido a lo que los jóvenes se van a encontrar cuando ingresen en las universidades y los institutos terciarios. Además, permite seguir con el mismo grupo de pares mientras avanza el año», señaló entre sus beneficios.
Explicó que «lo que tengo aprobado, queda aprobado». Y sobre lo que no se aprobó dijo que se volverá a hacer con distintos dispositivos, «pero solamente en las materias en donde hubo dificultades», aclaró. Así, por ejemplo, un estudiante que pase a segundo año, podrá estar rindiendo o recursando materias de primero.
Eso sí, remarcó que «al final del recorrido hay que tener aprobado toda la propuesta curricular». Y que en el caso de que no hayan aprobado ninguna o la mayor parte de las materias, el estudiante se considerará como una trayectoria no reconocible.
«Las evaluaciones sobre las materias adeudadas podrán ser de distintas formas», dijo. Hasta el momento esa posibilidad está dada por instancias específicas, como por ejemplo los exámenes de marzo. Ahora, se incorporarían distintos formatos, como tutorías, trabajos prácticos o, llegado el caso, recursar la materia.
«Es un cambio que ya venimos transitando desde la pandemia, mediante diferentes enfoques de enseñanza y evaluación, enmarcados en las resoluciones 223 y 216», contextualizó la ministra.