Era el intendente, después gobernador, de apellido difícil. Hiperkinético, sorprendía porque estaba en todos lados. Actos, inauguraciones, reuniones sociales, ¿Cuándo descansaba? Así gobernaba la ciudad: siempre poniendo el cuerpo. Cuando fue senador provincial, y preparaba su candidatura a gobernador, hizo lo mismo: dio varias vueltas a Santa Fe, departamento por departamento. Ni hablar cuando llegó a la Casa Gris.
Roberto MIguel
Hijo de don Carlos y doña Hilda, Roberto Miguel Lifschitz había nació el 13 de septiembre de 1955 en una casa de avenida Pellegrini y Necochea. Hizo el nivel primario en la Escuela Alberdi de Ayacucho al 1500 donde terminó en 1963. Se crió chacoteando en el parque Urquiza.
Cursó la secundaria en el Instituto Politécnico Superior y la carrera de Ingeniería Civil en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, ambas instituciones de la Universidad Nacional de Rosario. En esa casa de estudios de avenida Pellegrini comenzó en 1973 su militancia, atraído por la figura de Guillermo Estevez Boero, en el Movimiento Nacional Reformista y en el Partido Socialista Popular. Egresó en 1979. Fue consejero directivo graduado en el período 1985/1986 y y secretario académico de la Facultad de Ingeniería de 1986 a 1989.
Se había casado con Nora Ramírez, de quien se había separado, y tenía tres hijas, Yasmín, Ana Luz y María Esperanza, y un hijo, Federico. También estuvo en pareja con Nidia Garber. En la actualidad se encontraba en una relación con la ex secretaria de Servicios Públicos de la Municipalidad de Rosario y hoy diputada provincial Clara García.
En la función pública municipal
Ejerció su profesión de ingeniero hasta 1989, ya que en 1990 empezó a cumplir funciones públicas municipales. En la Intendencia de Héctor Cavallero fue director del Servicio Público de la Vivienda (1990-1992) y subsecretario de Obras Públicas (1992-1993).
La interna en el PSP entre Héctor Cavallero y Hermes Binner terminó en fractura en 1994 y encontró a Lifschitz del lado del médico rafaelino. A partir de allí lo acompañó en sus dos intendencias entre 1995-1999 y 1999-2003. Lifschitz encabezó la Secretaría General y fue el representante municipal en el Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro), condujo el proceso de descentralización administrativa de la Municipalidad y coordinó el Plan Estratégico Rosario.
En marzo de 2001 fue nombrado secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, sacando las papas del fuego, en plena crisis, tras una gestión olvidable de Joaquín Blanco.
De su paso por ambos gabinetes, Lifschitz siempre destacó la transparencia del gobierno municipal de Binner y la priorización de políticas sociales, la inversión en Salud Pública, Promoción Social, Cultura y Vivienda.
Lifschitz era hincha de Rosario Central y le gustaba escuchar a Los Beatles o Rolling Stones así como rock nacional, en especial la Trova rosarina. No leía muchos libros pero devoraba los diarios. Disfrutaba compartir un chopp con amigos o compañeros del Poli y la facultad en el bar Blanco de Pellegrini y Alem, y su debilidad a la hora de la mesa eran el pastel de carne y el puchero. También, cuando tenía tiempo, se consideraba “un buen asador”.