Armando Bó y Nicolás Giacobone le dieron una alegría a Argentina al ganar como mejor guión original. “Relatos salvajes”, gran perdedora de la noche.
Y una buena noche en Los Angeles, Birdman voló bien alto. “Birdman”, la impecable película de Alejandro González Iñárritu, se llevó el Oscar a la mejor película. Fue una jornada agridulce para los argentinos. Es que “Relatos salvajes” se quedó con las ganas de ganar como mejor película extranjera, pero la dupla de Armando Bó (nieto del conocido director) y Nicolás Giacobone se quedó con la estatuilla de guión original por el filme de González Iñárritu, quien además se coronó como mejor director. “A toda la Argentina”, dijo Bó en el Dolby Theatre.
Fue una velada soñada para “Birdman”. La película del realizador mexicano acentuó una noche latina por excelencia. Es que el filme que aborda de manera crítica el mundillo de Hollywood se llevó cuatro estatuillas: película, director, guión original y fotografía. En un encendido discurso con tono político, Iñárritu agradeció a la Academia, pese al irónico insulto de Sean Penn (actor que dirigió en “21 gramos”), quien fue el encargado de entregarle el premio más importante y más esperado de la ceremonia.
Hubo grandes perdedores. “La teoría del todo” (5 nominaciones) ganó sólo el de mejor actor, por la excelente interpretación que hizo Eddie Redmayne de Stephen Hawking; “El código enigma” también sólo uno, pero de ocho posibilidades, por guión adaptado; al igual que “Boyhood” (Patricia Arquette, por actriz de reparto), que tenía seis chances, y “Francotirador” (edición de sonido), que iba por la misma cantidad de estatuillas.
“El Gran Hotel Budapest” arrancó bien la noche llevándose para casa unos cuantos rubros técnicos, y se quedó con cuatro: por maquillaje, diseño de producción, vestuario y música original. La misma cantidad de la gran ganadora de la noche, “Birdman”, pero queda más que claro que en los Oscar cantidad y calidad no son equiparables.
En una de las distinciones más esperadas y merecidas, Julianne Moore levantó el Oscar a mejor actriz por su interpretación de “Siempre Alice”, en la que compone a una mujer que padece mal de Alzheimer. “Escuché que ganar un Oscar podría hacer que vivas cinco años más, así que agradezco a la Academia, porque mi esposo es más joven que yo”, dijo la intérprete de 54 años.
“Bienvenidos a la 87ª entrega de los Oscar. Esta noche honramos a los más blancos, quise decir los más brillantes”. Así abrió anoche Neil Patrick Harris la ceremonia en el Dolby Theatre, como para poner en blanco sobre negro la polémica sobre la ausencia total de actores afroamericanos entre las principales nominaciones.
Claro que la Academia no se quedó ahí. Fue por más. Y así Lupita Nyong’o, que ganó la preciada estatuilla como actriz de reparto el año pasado por “12 años de esclavitud”, fue la elegida para entregar el primer Oscar de la noche, que lo ganó, como no podía ser de otra manera, el gran J.K. Simmons como mejor actor de reparto por “Whiplash”.
Además de este merecido premio, el filme de Damien Chazzelle se llevó otros dos premios más, sobre los cinco que competía. Fue el de mejor sonido y el de mejor montaje, sin duda una de las sorpresas de la noche.
Para seguir lavando culpas, el conductor Harris invocó de inmediato a Octavia Spencer, ganadora del Oscar por actriz de reparto en “Historias cruzadas”, para citarla como la gran responsable de cuidar el premio mayor a mejor película.
Las ilusiones argentinas se esfumaron muy rápido. Apenas habían pasado 40 minutos del comienzo de la ceremonia cuando llegó el esperado momento de premiar al mejor filme de lengua extranjera. La bella Nicole Kidman y el actor de “12 años de esclavitud” Chiwetel Ejiofor (sí, otro negro) fueron los malditos mensajeros: “Ida”, la película polaca de Pawe? Pawlikowski le robó el Oscar a “Relatos salvajes” o “Wild Tales”, como presentaron en la velada a la exitosa película de Damián Szifron.
“La vida está llena de sorpresas”, dijo Pawlikowski sobre su filme, y la tildó como “una película contemplativa” a la historia, en blanco y negro, sobre la hija de una familia judía que es internada en un convento, que crece y es educada como católica, hasta que cuando está dispuesta a tomar los hábitos conoce su verdadera religión.
Después de la tristeza. A esta hora, poco importaban los restantes premios, pero claro, faltaba lo mejor, que era saber quién se llevaría el Oscar a la mejor película. La ceremonia, en la que se premió a 24 categorías en total, tuvo una dinámica mucho más ágil que en otras oportunidades, con un conductor que se animó a todo, incluso a ponerse en calzoncillos, emulando al personaje de “Birdman”, delante de todo el glamour del Dolby Theatre.
Luego de una emotiva interpretación de John Legend, “Selma” se llevó el único Oscar por el que debió haber sido nominada: el de mejor canción original. “Gloria”, el tema premiado, fue ovacionado de pie, tras la interpretación en vivo, por el auditorio calificado del ex teatro Kodak, entre lágrimas de conocidas figuras, entre ellas el protagonista del filme, que dio vida a Martin Luther King, David Oyelowo.
Otro musical de lujo fue el de Lady Gaga, quien cantó uno de los clásicos de “La novicia rebelde”. La ovación, también de pie, fue acompañada por gritos cuando apareció Julie Andrews, la protagonista de aquella recordada película. Andrews fue la encargada de otorgarle el cuarto Oscar a “El Gran Hotel Budapest”, en este caso por mejor música original.
“Francotirador”, firme candidata a irse sin nada de la entrega de los Oscar, se llevó sin embargo la estatuilla a mejor edición de sonido, un premio bastante menor para un director de la talla de Clint Eastwood, que fue ninguneado (con cierta justicia en este caso) en la categoría de mejor director.
Patricia Arquette le dio el primer premio a “Boyhood”, al triunfar como actriz de reparto, y dejar atrás a figuras de la talla de Keira Knightley, Meryl Streep, Emma Stone y Laura Dern. “A mis héroes, a todas las mujeres, a toda la gente que paga impuestos, hemos luchado por los derechos y salarios iguales de todas las mujeres de Estados Unidos”, dijo la actriz.
“Grandes Héroes” (“Big Hero 6”) ganó como mejor largometraje animado; “Interestelar” como mejores efectos visuales; “Citizen Four”, en documental; “Crisis Hotline: Veterans Press 1”, en cortometraje documental; “The Phone Call”, por cortometraje y “Feast”, por cortometraje animado.
Como siempre, sólo uno es el que vuela más alto. Y este fue el caso de “Birdman”. Y allá va, con el Oscar más dorado colgado de su capa.