Una ola de explosiones ha sacudido Bruselas a primera hora de este martes. Dos detonaciones han tenido lugar en el aeropuerto Zaventem de la capital belga y una tercera se ha registrado en la estación de metro de Maelbeek, situada en la calle de la Loi, cerca del edificio de la Comisión Europea. Los ataques se han cobrado al menos 34 vidas y han dejado más de un centenar de heridos. Las primeras explosiones han tenido lugar en torno a las 07.45 horas de la mañana en la terminal de salidas del aeropuerto de la ciudad.
Al menos 14 personas han muerto, según la ministra de Sanidad belga Maggie De Block, y 81 han resultado heridas en este punto, donde las autoridades de seguridad han hallado una tercera bomba que no ha sido activada y dos armas, entre ellas un Kalashnikov. La bomba en el metro ha afectado a la línea que circulaba en dirección d’Arts-Loi. La empresa de transportes belga STIB ha confirmado que al menos 20 personas han fallecido en Maelbeek, otras 10 se encuentran en estado crítico y hay 55 heridos de diversa consideración. «Éste es el día más negro de la Historia de nuestro país desde la Segunda Guerra Mundial», ha dicho Bart De Weber, presidente de la Nueva Alianza Flamenca antes de dirigirse al cuartel general de la Policía Local de Amberes para analizar la situación y coordinar las medidas que llevarán a cabo. En una breve comparecencia ante los medios, el primer ministro belga, Charles Michel, ha mostrado su tristeza por el ataque y ha apelado a «la solidaridad» de los belgas para afrontar este momento. «Temíamos un ataque terrorista y finalmente ha ocurrido», ha añadido, confirmando la versión de la Fiscalía, que había avanzado unas horas antes la hipótesis del atentado terrorista. «Al menos una de las explosiones en Zaventem ha sido provocada por un kamikace», ha explicado el fiscal en la rueda de prensa junto a Charles Michel. «Hemos puesto en marcha todos los operativos y una investigación» para comprobar, entre otras cosas, «si hay otros posibles autores que estén huyendo». En cualquier caso, ha dicho, «la prioridad es cuidar de las víctimas y tratar a los heridos».
El Gobierno ha elevado a 4 el nivel de alerta en todo el país. En los días anteriores, la alerta se encontraba en el umbral 3/4 por «amenaza probable y posible» de atentado terrorista. El Ejecutivo ha enviado 225 agentes adicionales para reforzar la seguridad en Bruselas y se están llevando a cabo registros en el interior de varias viviendas en los alrededores de la ciudad, informa la televisión pública.