Desde el municipio indicaron que las defensas no tendrán problemas con una altura de 5 metros. Contabilizan 11 viviendas a las que le llegó el agua.
Luego de semanas de una curva ascendente del río Paraná en la ciudad de Santa Fe, este lunes el hidrómetro en el Puerto Santa Fe midió 4,78 metros, llegando así al pico estimado desde el Instituto Nacional del Agua (INA). Este crecimiento gradual generó que los sectores costeros de la capital provincial y su área metropolitana estén en alerta ante eventuales inundaciones.
Silvina Serra, secretaria de Infraestructura y Gestión Hídrica de la Municipalidad, indicó que “Nosotros hicimos un seguimiento y nos preparamos para el pico de máxima que el INA pronosticó de 5 metros en el hidrómetro del Puerto Santa Fe. Para ese nivel estuvimos haciendo relevamiento de toda la zona de la costa”.
Ahora que el río Paraná está cerca de ese punto máximo previsto se espera que en las semanas siguientes disminuya un poco su nivel. “Esperamos que baje unos 30 o 40 centímetros y tendremos que hacer el seguimiento de los modelos y pronósticos del INA, que van cambiando en función a cómo se va comportando el río. Después de una sequía extrema de tres años, los modelos no están calibrados y preparados para pronosticar cómo se va a comportar el río que ha cambiado su configuración geomorfológica”.
Al mismo tiempo, Serra comentó acerca de las demoras que tiene la obra de mantenimiento de defensas que comenzó a ejecutar la Provincia. “Lo que hicimos fue relevar estos anillos de protección para saber en qué estado están y reforzar para asegurarnos que para una cota de 5 metros del río, lo máximo esperado, no tengan inconvenientes”.
Zonas vulnerables
Soledad Artigas, secretaria de Políticas de Cuidados del municipio, sostuvo que “hace tiempo venimos trabajando con los vecinos de toda la zona de la costa. Son barrios ribereños donde tienen mucha experiencia, hace tiempo están asentados y conocen el comportamiento del río, es parte de su cultura y vida diaria”, y agregó que “hay familias que saben que cuando suceden estas situaciones extraordinarias deben retirarse. Hicimos un relevamiento de las familias que podrían llegar a tener problemas con el río, en general tienen lugar dónde evacuarse”.
A su vez tiempo Artigas comentó que el municipio cuenta con posibilidad de centros de evacuación y puntos secos en toda la zona de la costa. “Lo que hicimos fue hacer entrevistas con cada una de las familias para ver si necesitaban esos centros de evacuación. En el caso de la Vuelta del Paraguayo acompañamos a seis familias de 18 personas en total, que decidieron moverse a lugares más protegidos”. Sobre este sector, Serra señaló que con el pico de crecida actual “no va a cortarse el camino de acceso”.
Artigas indicó que “hasta venimos teniendo muy buen diálogo con las familias, son personas que saben que llegado el momento van a tener que retirarse de sus casas. No hemos tenido puntos de conflicto, las personas nos han pedido ayuda y nosotros nos venimos acercando todos los días con bolsas de arena para la protección”.
Además de las seis familias de la Vuelta del Paraguayo afectadas por la actual crecida, Serra sumó otras cinco viviendas ubicadas en otros lugares de la costa, como en Colastiné Sur y demás ubicadas en el valle de inundación. “En total son 11 casas”, afirmó y precisó que en Colastiné Sur “estamos continuamente trabajando con los vecinos en el bolseado para reforzar la defensa existente, lo que asegura la cota de 5 metros, trabajo que ya está terminado”.
En Santo Tomé el río Salado está al borde del nivel de alerta
Otro punto vulnerable es el asentamiento de Los Alisos, detrás del barrio El Pozo. La secretaria de Infraestructura y Gestión Hídrica dijo al respecto que “este pico del río no va a afectar a la gente que vive en Los Alisos”.