José Sócrates pasó la noche en la cárcel. Lo investigan por lavado de dinero.
Por primera vez en la historia de Portugal, un ex primer ministro de ese país fue arrestado. Se trata de José Sócrates (2005-2011), quien pasó la noche del viernes tras los barrotes y ayer declaraba ante la Justicia en el marco de una investigación sobre corrupción, lavado de dinero, fraude fiscal y falsificación documental. Así lo comunicó ayer la Fiscalía General de la República, que también informó la detención de otras tres personas ligadas en forma directa o indirecta a Sócrates.
Las autoridades indicaron en un comunicado que el ex premier socialista tendrá que comparecer ante un juez de instrucción en el contexto de una causa que indaga sobre “operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación conocida y legalmente admisible”. Las maniobras sospechosas de Sócrates fueron reveladas en julio por la revista Sábado, en una investigación sobre la llamada Operación Monte Branco, también por blanqueo de capitales.
En aquel operativo fue detenido Ricardo Salgado, máximo responsable de los negocios del Banco Espírito Santo. Sin embargo, la Fiscalía desmintió entonces que estuviera investigando a Sócrates. Por eso, en su comunicado de ayer el ente aclaró que su detención nada tiene que ver con la operación de julio. Junto al ex premier fueron arrestados Carlos Santos Silva, administrador del grupo de construcciones Lena y amigo de Sócrates; Gonzalo Ferreira, abogado en otra empresa constructora de Santos Silva, y su conductor, Joao Pena.
Según la prensa portuguesa, las investigaciones de la Operación Monte Branco habían recaído sobre un departamento de Sócrates de París, que él dijo que era fruto de una herencia familiar, al igual que sus pisos en Lisboa. Los medios lusos señalaron que en 2010, cuando aún era premier, Sócrates tenía una fortuna de 20 millones de euros en el banco suizo UBS, que ese mismo año trajo para Portugal a través de una empresa offshore de Santos Silva. La maniobra de Sócrates –quien tuvo que dimitir a su cargo por su mala gestión de la crisis económica– con su dinero se hizo al abrigo de un régimen tributario especial que su propio gobierno había creado y que le permitió pagar sólo 5% de impuestos. La fortuna quedó depositada en el BES, el banco de un amigo suyo.
Escalada verbal en Ucrania
Ucrania denunció ayer la presencia de 7.500 soldados rusos en el este del país, donde su ejército combate a los separatistas prorrusos, un día después de que la nueva coalición de gobierno ucraniana prometió reactivar su acercamiento a la OTAN. “La presencia de 7.500 representantes de las fuerzas armadas rusas en el territorio ucraniano es un factor perturbador que nos impide estabilizar rápidamente la situación en nuestro país”, declaró el ministro de Defensa ucraniano, Stepan Poltorak.
En una nueva fase de la escalada verbal, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, aseguró por su parte que Occidente busca “sin ambigüedad” un “cambio de régimen” en Rusia, y que eso es lo que se esconde detrás de las sanciones internacionales impuestas al Kremlin por su controvertido rol en la crisis ucraniana.