Las autoridades estadounidenses informaron que las grabadoras de voz de la cabina y de datos del avión de pasajeros estarán bajo evaluación. Aún buscan la caja negra del helicóptero.
Tras el fatal accidente aéreo ocurrido este miércoles en Washington, Estados Unidos, los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) anunciaron haber logrado recuperar la grabadora de voz de la cabina y la grabadora de datos del avión de pasajeros.
Según precisaron los medios locales, las grabadoras se encuentran en los laboratorios de la NTSB para su evaluación. El portavoz de la entidad, Peter Knudson, afirmó a USA Today que no hay grabadoras adicionales en el avión y que los investigadores están buscando la grabadora del helicóptero.
Cómo fue el choque
Un avión Bombardier operado por PSA —una filial regional de American Airlines—, que transportaba a 60 pasajeros y a cuatro miembros de la tripulación, «colisionó a media altura» con un helicóptero militar Sikorsky H-60 este miércoles por la noche, cuando se aprestaba a aterrizar en el aeropuerto Ronald Reagan, situado en los límites de Washington y el río Potomac.
El helicóptero era un «Blackhawk», que puede transportar a 15 personas, aunque en el momento del choque iban tres militares en su interior. Según detalló este jueves el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hagseth, la aeronave realizaba un vuelo de entrenamiento y su tripulación era «bastante experimentada».
El incidente aéreo no dejó sobrevivientes, confirmó este jueves el presidente estadounidense Donald Trump en una conferencia de prensa desde Casa Blanca.
Los equipos de emergencia lograron rescatar hasta el momento 28 cuerpos —uno del helicóptero y 27 del avión comercial— del río Potomac. Las bajas temperaturas del agua complican las labores de búsqueda y reducen significativamente las posibilidades de hallar más cuerpos en condiciones reconocibles, admitieron los rescatistas.
Este tragedia se convierte en el peor desastre aéreo en Estados Unidos desde 2009, cuando un avión de Colgan Air se estrelló en Nueva York, dejando 49 muertos.