Dejará el trono en favor de su hijo Felipe, Príncipe de Asturias. Fue una decisión meditada. En un discurso se mostró orgulloso y agradecido con el pueblo español.
En una decisión sorpresiva e histórica el Rey de España, 76 años, anunció esta mañana su decisión de “abdicar a la Corona de España” en favor del Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y Grecia, heredero del monarca que será el nuevo jefe del Estado bajo el nombre de Felipe VI.
Don Juan CarlosI llegó al trono el 22 de noviembre de 1975. Su hijo, Felipe de Borbón, de 46 años, se convirtió en Príncipe de Asturias, título del heredero de la Corona española, en enero de 1977.
Mañana martes se reúne un Consejo Extraordinario de Ministros para poner en marcha las disposiciones constitucionales tanto de la legitimidad jurídica a la abdicación como la transferencia de la jefatura del estado a don Felipe.
El prestigioso diario “La Vanguardia” informa que la decisión supone la culminación dos años “horibilis” para la Casa Real que comenzaron con la petición pública de perdón del propio monarca tras la cacería de Botsuana y que han continuado con episodios como del proceso judicial contra el Iñaki Urdangarin, marido de su hija la Infanta Cristina.
Varios comentaristas atribuyen a que el proceso contra Urdangarin por corrupción que también ha comprometido a su esposa y socia, la Infanta Cristina de Borbón y Grecia. En los próximos días el juez instructor del caso deberá finalizar la instrucción, imputar a Urdangarin por graves delitos y decidir si esa decisión también se extiende a su mujer.
De ser esta la actitud del juez el escándalo que ya a deteriorado gravemente el prestigio de la monarquía española aumentaría considerablemente. Pero si no se imputa a la Infanta la opinión pública, que la condena en los sondeos de opinión, reaccionara muy negativamente ante lo que se considera un flagrante caso de amparo desde el poder a la hija del monarca.
La decisión de abdicar se fraguó el pasado mes de enero, después de que el monarca cumpliera los 76 años. Posteriormente, en el mes de marzo, se lo comunicó tanto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como al jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, informaron fuentes de Zarzuela. Según estas fuentes, la decisión del monarca ha sido meditada y no responde a ningún acontecimiento sobrevenido como el resultado de las últimas elecciones europeas.
Primero lo habló con el Príncipe Don Felipe y después con el Gobierno y el líder de la oposición, Alejandro Perez Rubalcaba. y con los distintos jefes de la Casa Real. Las fuentes citadas insisten en que la decisión se ha adoptado ahora porque es el momento oportuno, tiene 76 años y por una cuestión generacional considera que es el momento de darle el relevo al Príncipe de Asturias.
El anuncio oficial lo realizó el jefe del gobierno Mariano Rajoy. “Su Majestad el Rey Juan Carlos me acaba de anunciar su voluntad de abandonar el trono y abrir el proceso sucesorio. Renuncia al trono una figura histórica. He de decir que he encontrado al Rey convencido de que este es el momento adecuado para llevar a cabo el proceso con plena normalidad y en un contexto de estabilidad institucional”, ha anunciado el presidente.
Añadió que ha sido “el mejor portavoz y la mejor imagen” del Reino de España en el exterior, un “defensor infatigable” de los intereses de España. Pero también ha señalado que el monarca será quien se dirija al conjunto de los españoles “esta misma mañana” para anunciar los motivos exactos de su decisión. Algo que horas después hizo el rey, quien se mostró agradecido y orgulloso con el pueblo español.
Ha confiado en que los españoles sabrán escribir “esta nueva página” de la historia de España “en un clima sereno, con tranquilidad y con agradecimiento” a la figura del Rey, al que ha querido rendir homenaje como “la persona que durante 39 años ha encarnado el punto de encuentro de los españoles” y “el mejor símbolo de la convivencia en paz y libertad”.
Dijo además Rajoy que el monarca ha sido “el principal impulsor de la democracia tan pronto como accedió al trono que ahora abandona” y su “baluarte cuando la vio amenazada”, además de ser “el mejor portavoz y la mejor imagen del Reino de España por todos los rincones del mundo” y un “defensor infatigable” de los intereses de España y del bienestar de los españoles.
“Renuncia al trono una figura histórica, tan estrechamente vinculada a la democracia española que no se puede entender la una sin la otra. a todos nos deja una impagable deuda de gratitud”, afirmó el jefe del gobierno.
Además ratificó su “más firme confianza” en el Príncipe de Asturias, destacando “su preparación, su carácter, y la amplia experiencia en los asuntos públicos que ha ido adquiriendo a lo largo de estos últimos 20 años”. Para Rajoy, todo ello es “una sólida garantía de que su desempeño como jefe de Estado estará a la altura de las expectativas más exigentes”.
Expuso además su convicción de que el proceso se va a “desarrollar con plena normalidad, en un contexto de estabilidad institucional” y “como una expresión más de la madurez” de la democracia española.
Para mañana martes se ha convocado un Consejo de Ministros Extraordinario para “poner en marcha las disposiciones constitucionales” puesto que al tratarse de una abdicación, será necesario aprobar una ley orgánica.
El presidente ha confiado en que “en un plazo muy breve” las Cortes puedan proclamar Rey al Príncipe de Asturias y ha confiado en que “esta nueva página” de la historia de España se escribirá “en un clima sereno, con tranquilidad y con agradecimiento” a la figura del Rey, al que ha querido rendir homenaje como “el mejor símbolo de la convivencia en paz y libertad” de los españoles y el “principal impulsor de la democracia”.
El proceso de orden sucesorio está contemplado en el artículo 57.5 de la Constitución. Las Cortes Generales (Diputados y Senado) deberán aprobar una ley orgánica sobre el tema.
El escrito de abdicación dirigido a las Cortes, que tienen la soberanía del pueblo español, debe estar refrendado “a efectos de conocimiento” por el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy. El presidente del Congreso de los diputados constará si algún grupo parlamentario tiene dudas sobre la validez jurídica del escrito de abdicación. Si no las hay el titular de diputados proclamara que se acepta la mencionada validez y propone su aprobación por asentimiento. Si hay dudas se votará en secreto.