Unicef hizo un llamamiento para que se tomen medidas urgentes para proteger la huella digital de los menores. Los chicos en línea disfrutan de grandes oportunidades, pero también confrontan graves riesgos.
Un niño cada medio segundo prende su dispositivo electrónico para dar inicio a su aventura y adentrarse en el mundo virtual. Así lo aseguró un reciente relevamiento de Unicef, en donde da cuenta que más de 175.000 niños se conectan todos los días por primera vez a internet. El acceso digital expone a estos niños a una gran cantidad de beneficios y oportunidades, pero también a una serie de riesgos y daños, entre ellos el acceso a contenido perjudicial, la explotación y el abuso sexual, el ciberacoso y el uso indebido de su información privada, advirtió la organización dedicada a la infancia.
Tal como describe el informe El Estado mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital, en todo el mundo, 1 de cada 3 usuarios de Internet es un niño; sin embargo no se toman las suficientes medidas para protegerlos de los peligros del mundo digital, salvaguardar el rastro de información que crean sus actividades en línea y aumentar su acceso a un contenido en línea seguro y de calidad. “Todos los días, miles de niños se conectan por primera vez, y esto los expone a una avalancha de peligros que sólo ahora estamos empezando a apreciar, y que estamos lejos aún de poder abordar”, dijo Laurence Chandy, Director de Datos, Investigación y Políticas de Unicef.
El informe, presentado con motivo del Día Internacional de Internet Seguro, deja claro que la obligación de proteger a los niños en el mundo digital recae en todos, incluidos los gobiernos, las familias, las escuelas y otras instituciones.
Sin embargo, la publicación señala también que el sector privado, especialmente las industrias de la tecnología y las telecomunicaciones, tiene la responsabilidad, única y muy importante, de influir en la forma en que la tecnología digital repercute sobre los niños, una responsabilidad que no se han tomado lo suficientemente en serio. “Si bien los gobiernos y el sector privado han logrado algunos avances en la formulación de políticas y enfoques para eliminar los riesgos en línea más graves, debemos hacer mayores esfuerzos para comprender y proteger plenamente la vida en línea de los niños”, comentó Chandy.
Debido a ello , desde la organización sostienen que es preciso aprovechar el poder y la influencia del sector privado a fin de promover la creación de estándares éticos para la industria en relación con los datos y la privacidad, así como otras prácticas que beneficien y protejan a los niños cuando están en línea.
Más pequeños, más expuestos
Los usuarios, en mayor medida mientras más pequeños sean, se encuentran expuestos a diversos peligros que circundan en las redes que van desde ciberacoso o ver contenidos inapropiados hasta caer en redes de explotación sexual. Ante estos riesgos, además de contemplar las medidas que deben tomar los adultos para garantizar su seguridad, los expertos recomiendan primero enseñarles a los menores a protegerse por sí mismos de las amenazas de Internet.
El promedio que ronda, en cuanto al primer ingreso a la web de parte de los niños, es a los 11 años, aunque las estadísticas indican que el descenso es continuo con el paso de los años. Asimismo, según los cálculos de Unicef, 8 de cada 10 niños vivieron al menos una situación perturbadora en la web. “En el tiempo que se tarda en hacer clic en un enlace, un niño en algún lugar comienza a crear un rastro digital que aquellos que no necesariamente piensan en el mejor interés del niño pueden seguir y potencialmente explotar”, explicó el director de Datos, Investigación y Políticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Las tablets y teléfonos inteligentes están alimentando una “cultura del dormitorio”, y para muchos niños el acceso en línea es cada vez más personal, tiene un carácter más privado y está menos supervisado. En el informe se advierte que los “depredadores” pueden comunicarse más fácilmente con niños desprevenidos a través de sus perfiles en las redes sociales y los foros de juego anónimos y sin protección. “A medida que aumenta el número de niños cada vez más pequeños que comienzan a utilizar internet, la necesidad de llevar a cabo una discusión seria sobre cómo mantenerlos seguros en línea y asegurar su huella digital se hace cada vez más urgente”, argumentó Chandy.
A su vez, las nuevas tecnologías, como las criptomonedas y la Web Oscura, facilitan la transmisión en vivo del abuso sexual infantil y otros contenidos dañinos, desafiando la capacidad de las fuerzas del orden para mantenerse al día. Como dato, el documento arroja que “el 92% de todas las URL de abuso sexual infantil identificadas a escala mundial por la Internet Watch Foundation están alojadas en solo cinco países: Canadá, los Estados Unidos, la Federación de Rusia, Francia y los Pa íses Bajos”.
Medidas de prevención
Unicef realiza el pedido de renovar el sentimiento de urgencia y cooperación entre los gobiernos, la sociedad civil, los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales dedicadas a la infancia y, lo que es más importante, el sector privado, para situar a los niños en el centro de la política digital mediante el detalle de una serie de medidas.
Coordinar la respuesta mundial, regional y nacional. Profundizando la colaboración entre los responsables políticos, las fuerzas del orden y la industria tecnológica para integrar los principios de la seguridad en el diseño de tecnología y trabajar juntos, en pos de encontrar soluciones que se mantengan a la par con cierto tipo de tecnología digital que tiene el poder de potenciar y ocultar la trata ilegal de personas y otros tipos de abusos infantiles en línea.
Salvaguardar la privacidad de los niños. Viendo preciso alcanzar un compromiso mucho mayor del sector privado y los gobiernos para proteger y no hacer mal uso de los datos de los niños, y respetar su encriptación; la aplicación completa de las normas internacionales en la recopilación y el uso de datos sobre niños en línea; y enseñar a los niños cómo protegerse de las amenazas contra su propia privacidad.