Poli narco va a juicio por ser la pata local de una banda paraguaya

Adrián Oscar Celer (foto) quedó detenido en noviembre de 2017 por protagonizar un allanamiento ilegal. Su teléfono, secuestrado por la justicia, revelaba contactos con narcos en Paraguay.

El fiscal federal de Santa Fe Walter Rodríguez firmó este martes el requerimiento de elevación a juicio de la casa en la que se investigó el rol del funcionario judicial con una estructura narco que operaba en la región y en la que Celer hacía el trabajo sucio de “voltear “a la competencia de su empleador, otro narco local que operaba – se cree que sigue operando- en Paraguay.

El derrotero del policía comenzó en 2017 cuando junto a otros tres agentes del Comando realizaron un procedimiento trucho en un rancho de Barranquitas, en la zona oeste de la ciudad. Los cuatro entraron en una casa disfrazados, golpearon al morador, robaron algunas pertenencias y intentaron falsear el acta policial, inventando el secuestro de un arma de fuego que ellos mismos plantearon. Un vecino del “allanado” por este grupo informó al servicio de emergencias que llegó al lugar y traslado a los policías hasta una seccional. La fiscal en turno ordenó la detención en ese momento. La causa provincial pasó luego al ámbito de Ezequiel Hernández dentro del MPA local, que acusó a la banda que terminó condenada. Celer además enfrenta un proceso por enriquecimiento ilícito por la compra de bienes en poco tiempo y con sueldo de policía.

Un celular lleno de evidencias

Cuando el fiscal provincial Hernández ordenó peritar el celular de Celer encontró mucha información que demostraba una evidente actividad narco del detenido. Le informó a la justicia federal y remitió esa parte de la pericia al fiscal federal Rodríguez.

Ya en la instancia federal desde la Fiscalía pudieron ordenar las piezas con los nombres que surgían de las conversaciones, casi siempre por WhastApp de Celer. Por ejemplo, se determinó que tenía un ligamen activo con “El Gordo Pascuala”, un conocido narco santafesino que opera desde Paraguay, llamado José Luis Duarte, con quien acordaba “voltear” desde su rol de policía los lugares de venta de la competencia de “Pascuala”, quien de acuerdo a otra evidencia existente en la causa, estaba en el staff de una banda enfrentada a la que lideraban y lideran (aunque ahora estén prófugos) Claudio “Pulga” Casco y Lorena Melgarejo.

La Fiscalía también considera que Celer vendía drogas en su entorno más cercano y que tenía un contacto difuso, al que él llamaba “fuente” o “Datero” y que identificó como una prostituto de apodo “Taco”, que en realidad era una policía llamada Tamara Rodríguez. Entre Duarte y Celer (quien aparecía con el alias de “Tripa” en su perfil) la fiscalía corroboró 190 mensajes de interés, entre ellos un hilo de chats en donde Celer le aporta a “Pascuala” los datos de una orden operacional en donde la policía tenía previsto detener un camión con drogas que llegaba desde el norte a nuestra provincia. El dato era bueno, el camión no salió -o desvió- y el procedimiento fracasó.

Duarte tenía como objetivo romper el negocio del tándem Melgarejo – Casco y contaban con información relevante. “Se mueven de Córdoba a (el barrio) Nuevo Horizonte, también en Laguna Paiva y en Sauce (Viejo)”, indica “Pascuala” al policía en una serie de mensajes. También le informa que trabajan con un tipo al que le dicen “Chancha”, “al que le falta una pierna”, en referencia a una persona de apellido Cardoso, asociado desde hace mucho tiempo a la banda “de la Lorena”. En Duarte sobrevolaba la idea que si perdían sus contrincantes él podía tener la cartera de distribución del norte capitalino. Para ello seducía a Celer con drogas y armas largas y cortas que llegarían si todo salía como lo indicaba con su celular desde Paraguay. Por ese rol tan activo el fiscal federal Walter Rodríguez pidió al juez que cite a indagatoria a Duarte y a Tamara Rodríguez.

Autor: Héctor M. Galiano