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La caida de “Cachiporri”: Nueve imputados por montar dos viveros de cannabis

Gabriel Nudel montó su negocio de distribución luego de la caída de varios competidores en la zona. Fue condenado hace 8 años por tenencia simple. Casa de dos pisos en la costa y autos costosos. Pasión por los caballos, Colón y el casino.

El martes pasado “Cachiporri” llegó a su casa de Arroyo Leyes excitado. Era alrededor de las 4 de la madrugada. Entro a la vicienda por el quincho, estuvo unos minutos y volvió a subir a su chata roja. Afuera, advirtió, había coches apostados alrededor de la esquina de su quinta. Era indudable que los pesquisas no repararon demasiado en pasar desapercibidos.  Nudel pensó que era una vendetta e imaginó varios nombres. Encendió la camioneta y volvió a la Capital. Los policías de la Federal lo siguieron y lo detuvieron en la zona sur, frente al Ateneo Inmaculada, alrededor de las 6 de la mañana. Una hora más tarde todo “el ambiente” santafesino hizo circular la noticia. Habían detenido a uno de los más importantes distribuidores de drogas de la zona.

Plantación

La causa se inició con un anoticiamiento que hizo la delegación local de la Prefectura en la Fiscalía Federal 2, dando cuenta de una enorme plantación en la zona del kilometro 19 sobre la ruta provincial 1, en jurisdicción de Arroyo Leyes. La Fiscalía pidió la colaboración a la Policía Federal de Buenos Aires para iniciar una investigación. Rápidamente supieron que el campo estaba plantado con cannabis y que la disposición del mismo estaba a cargo de Nudel, junto a dos colaboradores cercanos: Adrián P, alias “Piraña” y Mauricio Z. En el predio estaban “Napo”, Tomás y Gastón, todos armados, con handys  y con chalecos. Dos garitas de seguridad y cámaras de video. De noche, vivero narco rompía la oscuridad de la zona. Luces con reflectores hacían imposible que pase inadvertido. El gasto no importaba: estaban colgados de la luz.

El campo tenía 1.600 plantas de cannabis y el emprendimiento era, en apariencia, legal. Estaba inscripto como responsable un abogado local domiciliado en la Guadalupe Este residencial.  Figuraba en el Instituto Nacional de Semillas (INASE) en el marco de la ley 27.350 e inscripto en el Registro Nacional de Comercio y Fiscalización de Semillas (RNCyFS) en la categoría A “Criaderos” que comprende: “a todas las personas físicas o jurídicas que realizan investigación y desarrollo fitotécnico con el objeto de obtener nuevas variedades o híbridos comerciales, estando habilitados para producir en categoría original y/o híbrida a partir de los prebásicos o líneas obtenidas, debiendo realizar el mantenimiento de pureza de los materiales respectivos. Están habilitados para comercializar su producción”.

Para los investigadores, Mauricio Z era el ladero más importante de “Cachiporri”. El miércoles por la mañana le allanaron su casa en la zona del Parque Garay en Santa Fe, sobre la calle Santiago del Estero al 3.600. El inmueble solo era utilizado como un enorme vivero de marihuana. Ventiladores, acondicionadores de aire, reflectores, semillas, fertilizantes y una pizarra blanca enorme que describía la evolución de los plantines. El morador de esa casa ubicada al frente del Hospital Italiano, fue el primero en alertar al resto de la banda que había caído “Cachi”, junto con “Piraña” comenzaron a ordenar el descarte de todo lo que pueda involucrarlos. “Cayo el tío Cachi, borrá todo boludo, cayeron los federicos al campo”, dijo nervioso “Piraña”. Cuando la policía llegó a la casa de Poncio se encontraron con dos personas de origen paraguayo, algo de marihuana, una balanza de precisión y bolsas negras. Quedaron detenidos. En simultáneo se allanó una casa en Colastiné Sur, al lado del Club de Caza y Pesca, en donde se presumía se había montado otro vivero. Allí no había plantas, ni semillas ni refrigeradores. Pero sí detuvieron a dos personas vinculada a la causa. En esa casa, se presume, estuvo clandestino Vicente Pignata en 2018 cuando la justicia lo buscaba por traficar drogas en la zona. Los policías recordaron que allí se ubicaron simulando ser pescadores con carpas y todo el instrumental de pesca, tres policías encubiertos para hacer vigilancia. El resultado fue negativo. Lo lugareños dicen que Vicente se escapó en una lancha con un motor de 150 hp en la madrugada.

Siempre zafando

“Cachiporri” se movía con tranquilidad. Quedó con una plaza grande luego de la caída de la competencia. Con Vicente Pignata prófugo, Lorena Melgarejo y el “Pulga” Casco presos, Rodrigo Rozeck también detenido por asesinato, la “Curandera” Vanesa Saravia cumpliendo pena en Ezeiza, el escenario estaba apto. Les decía a sus amigos que nunca más iba a perder por “gil”, luego de haber sido detenido con un ladrillo de marihuana en mayo de 2015 en la zona de barrio Chalet, donde siempre fue  fuerte. Allí monto una red de distribución junto al “Colo” Fernández, detenido el año pasado por la justicia federal. Siempre en su chata roja, solía vérselo en la zona de Urquiza al 1.700 donde apostaba fuerte en las carreras de caballos en un circuito de tv interno que funciona en la zona. También dejaba fuertes cantidades de pesos en los paños del casino local. Amante de Colón, fue parte de la barra, viajó muchas veces apoyando al “sabalero”, incluso – comentan- con Hinchadas Unidas, una entente de barras armada con el apoyo gubernamental en la gestión de Cristina Fernández. Ese sentimiento por el club de barrio Centenario le permitió amigarse con jugadores de elite, uno de ellos de gran talento pero atrapado por los consumos problemático que fueron más fuertes que su pasión por la redonda. Muchas fotos de su perfil e Instagram lo muestran junto a Brian Fernández en su casa quinta del Leyes, entre 2020 y 2022.

Durante la pandemia también alternaba sus noches entre la casa de Arroyo Leyes y un departamento en Puerto Amarras. También durante la crisis sanitaria por el Covid estuvo en la mira de la Fiscalía Federal 1, pero zafó por una increíble – al menos- actuación policial. Quedo plasmado en el expediente que uno de los policías del área de drogas de la provincia –entonces a cargo de Marcelo Saín como ministro y Pablo Álvarez como secretario de Investigaciones Complejas- no fue al recambio de guardia de vigilancia sobre un club barrial de la zona norte donde Cachiporri, se suponía, iba a mover drogas. El policía se defendió diciendo que faltó al recambio por tener síntomas de coronavirus. Toda la causa se desbarrancó y en consecuencia quedó archivada.

Indagados

Este jueves iban a ser indagados los nueve imputados en el marco de la causa. La justicia tiene 10 días para definir la situación procesal

Héctor Martín Galiano (hgaliano@zonacriticaonline.com)

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