Carlos Delfino y su padre van a juicio por lavar dinero de un narco regional
De acuerdo a la hipótesis del Fiscal Walter Rodríguez, la estrella del básquet y su padre facilitaron una sociedad para que actúe de testaferro de Vicente Pignata, un narco regional que se encuentra prófugo.
El Fiscal también considera que la mujer y el suegro de Pignata lavaron dinero de origen ilícito, mediante la compra de distintos bienes entre junio de 2011 y marzo de 2019. El rol clave de la historia es Pignata, que se encuentra prófugo de la justicia. De acuerdo a la pesquisa que tuvo a su cargo la Fiscalía, Elizabeth Campos, esposa de Pignata y su padre, Ramón Campos, se valieron de dinero obtenido mediante la venta de estupefacientes para adquirir nueves autos y cinco inmuebles, ubicados en Santa Fe, La Guardia, Colastiné Norte y el Country El Paso. También se le adjudican maniobras de cinco bienes subrogantes, entre ellos cinco vehículos y disimular la propiedad de otros tantos coches y la casa de El Paso, en cercanías a la autopista Santa Fe y Rosario.
En tanto que Ramón Campos, suegro de Pignata, hizo un aporte criminal para lavar dinero sucio de la venta de drogas, mediantes el rol de prestanombre de 4 vehículos, con el objetivo de darle apariencia lícita a esa compra.
En el caso de Carlos Delfino y su padre -llamado del mismo modo- se les imputa haber cedido la estructura societaria de la firma uruguaya Parmery Trading S.A para que ésta actúe como testaferro de la compra de la Unidad Habitacional 343 del Country El Paso.
Pignata, que tiene una condena firme por narcotraficante dictada por el Tribunal Oral Federal local es uno de los principales narcos regionales. Su situación de prófugo se sustenta en sus lazos con la policía santafesina, principalmente con algunos agentes antinarcóticos y otros funcionarios de unidades especiales, algunos de ellos presos por cómplices de la venta de drogas. Su abogado Claudio Torres del Sel dijo a mediados de año que probablamente «esté muerto», puesto que no ha tenido noticias de él desde marzo pasado. Los últimos pasos de Pignata lo ubicaban en Paraguay, alternando con Córdoba y Entre Ríos. Sigue siendo un fantasma.
